Comentarios van y vienen sobre su ropa, sus formas de comportarse, sus gustos y hasta de su hablado. La ausencia de los padres y el delegar su educación, son factores que intervienen en la formación de los niños y de los jóvenes. Un experto habla del tema.
Claudia Jiménez Chacón, psicóloga de la Asociación Afecto, habla de la educación de hoy y sugiere unos tips que los padres podrían tener en cuenta.
Por trabajar, muchos padres han delegado la educación de sus hijos a sus familiares o empleados. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Por más necesidades que haya y así se recurra al apoyo de cuidadores externos (familiares o empleados), es fundamental la presencia de los padres para el desarrollo psicoafectivo del menor, especialmente durante el preescolar y la primaria, para que a futuro se perciban los resultados. Los niños requieren afecto también para hacer las tareas; esta es una manera de demostrarles desde temprana edad que son importantes, que se les quiere enseñar no solo conocimientos, sino cómo manejar emociones, actuar frente a alguna dificultad, formar hábitos y fortalecer el vínculo afectivo. Las cosas no se hacen de la noche a la mañana.
¿Existe un tiempo estimado de cuánto deberían compartir padre e hijo?
Investigaciones han demostrado que media hora o menos de media hora diaria sería muy poco para compartir en familia. Sin embargo, ese tiempo, independiente de la extensión, debe ser cálido y formativo. Es importante que los padres enseñen a través del ejemplo, especialmente con afecto y no con teoría. El estrés diario de los padres puede generar mal ejemplo, desencadenando comportamientos disfuncionales o lo que se conoce como mala educación como una respuesta a rabias internas, o insatisfacciones. También los hijos recurren a este tipo de comportamientos para llamar la atención.
¿Cómo saber si se necesita ayuda para controlar a los hijos?
Es importante establecerles límites a los jóvenes, debido a que cuando éstos no se tienen, es complicado generar respeto y obediencia. La idea no es esperar a que sea muy tarde. A medida que el tiempo pasa o que los hijos crecen, los padres deben estar más pendientes de sus comportamientos e identificar actos que atenten contra la autoestima, el desempeño escolar o el desarrollo emocional. No se trata de combatir, sino de prevenir oportunamente.
Otra referencia para buscar ayuda es que el niño repetitivamente diga groserías, golpee los objetos, presente irritabilidad excesiva o diga palabras descalificadoras a los otros.
¿Cómo distinguir si es una pataleta y no acto de mala educación?
Las pataletas se pueden presentar a cualquier edad, pero con el tiempo las manifestaciones van cambiando y toman un aire manipulador, pues los niños y jóvenes son más conscientes de lo que pueden lograr en el otro. Los padres deben prestar atención cuando hay comentarios de suicidio que pongan en amenaza la vida propia, la de sus semejantes o familiares. Es importante no ceder la educación de sus hijos, pero desafortunadamente en Colombia, nos enfrentamos a un porcentaje de padres que por diversos motivos lo hace
Tips para los padres
-Desde temprana edad los niños deben tener momentos de afecto y de consentimiento, para que durante la preadolescencia y la adolescencia se sientan queridos y comprendidos. Las expresiones afectivas van cambiando con la edad.
-Acompañamiento durante las tareas: es importante establecer hábitos de base adecuados, ayudarles a fortalecer su autoestima y respaldarlos en sus quehaceres. A los niños no se les puede exigir cosas que no se les han dado.
-Retomar espacios familiares en los que se puedan compartir y dialogar. Son espacios en los que se puede mirar de frente y así propiciar un momento de intimidad donde se pueda hablar de todas las cosas que sean importantes para ellos.
Es importante establecerles límites a los jóvenes, debido a que cuando éstos no se tienen, es complicado generar respeto y obediencia.
Fuente:
Núñez Bastidas, Edgar. ¿Se ha quejado de los adolescentes de hoy?. En: Revista Edu.co. No. 8 (mayo, 2012); p.28 ISSN 2145 7328