Revista edu Liceo de Cervantes Norte (Bogotá)

Colegio Liceo de Cervantes Norte: “La validación emocional en la primera infancia…una responsabilidad de todos.

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Estas emociones son la alegría, tristeza, ira/rabia, asco, miedo y sorpresa.

Diariamente sentimos y nos referimos a diferentes emociones cuando hablamos de otras personas y de nosotros mismos, pero ¿realmente sabemos qué son las emociones y cuáles son? Las emociones se consideran respuestas universales, evolutivamente relevantes y biológicamente innatas (Bericat, 2012). Esto significa que todos los seres humanos las sentimos sin importar la edad que tengamos. Estas emociones son la alegría, tristeza, ira/rabia, asco, miedo y sorpresa. Ahora los invito a preguntarse: ¿en qué momento siento cada una de esas emociones? ¿cómo las siento en mi cuerpo? y más importante aún ¿cuál o cuáles son esas emociones que suelo evitar? Antes de esperar algo de nuestros niños, debemos respetar y entender nuestras propias emociones. Este siempre será el primer paso para poder transmitir conocimientos y herramientas de índole socioemocional, en especial al referirnos al ciclo vital de la primera infancia.

Ahora bien, nos enseñaron a esperar que nuestros niños “controlen o regulen” sus emociones como si fueran adultos pequeños. Entendemos la regulación emocional (RE) cómo el proceso a través del cual los individuos modulan sus emociones y modifican su comportamiento para alcanzar metas, adaptarse al contexto o promover el bienestar tanto individual como social (Gómez y Calleja, 2016). Esto suena bastante complejo para que un niño en primera infancia logre hacerlo. El cerebro de un niño/niña en primera infancia se encuentra en pleno proceso de desarrollo, lo que significa que no hay madurez cerebral y por ende están en proceso de aprender a leer el contexto. El neurocientífico Paul D. MacLean, propone la teoría de los tres cerebros destacando que “el cerebro reptiliano” puede ser considerado como el centro de supervivencia, seguido por “el cerebro emocional” y analiza con “el cerebro racional” el cual se entiende como el centro de la lógica. Los niños en primera infancia se encuentran en el desarrollo del cerebro emocional, por lo que no tienen la capacidad de regularse emocionalmente por sí mismos sin una guía externa. Esa guía debemos ser los adultos que los rodeamos, entendiendo que este será un proceso que se va a ir consolidando con el pasar del tiempo. Si los adultos logran completar el desarrollo del cerebro racional hasta los 25 años, ¿por qué le estamos exigiendo a nuestros niños de 2 a 6 años, regularse sin respetar la etapa de desarrollo en la que se encuentran? Y más importante aún ¿qué estamos haciendo nosotros para fomentar su inteligencia emocional?

 

Durante la primera infancia debemos aprovechar que los cerebros de nuestros niños son como esponjas absorbiendo toda la información y herramientas que les ofrecemos, sin olvidar que es un proceso que no ocurre de un día para otro. Es el momento perfecto para hacer uso de estrategias que fomenten la regulación emocional, por eso es una gran responsabilidad para los padres el elegir un colegio donde se fomenten espacios de aprendizaje sobre las emociones, se fortalezca la autoestima y se acompañen sus procesos de desarrollo con amor y respeto. Asimismo, los adultos que los rodeamos debemos guiarlos a través de estrategias que les permitan conectar con su mundo emocional.

Estas son unas de las estrategias que pueden ser de gran utilidad en el momento de acompañar a nuestros niños en el manejo de sus emociones:

  • Una de esas estrategias es la verbalización de las emociones, describiendo la situación que haya ocurrido y ligando con la emoción que el niño o niña esté sintiendo en ese instante. Se puede aprovechar esta estrategia, vinculando la emoción con la sensación que puede estar generando en el cuerpo. Así dejamos de decir “deja de estar molesto”, y lo reemplazamos con “Estás sintiendo rabia en este momento porque tu hermano te quitó tu juguete. Puedo notar que estás llorando y seguramente sientes tu cara un poco caliente, por la rabia que sientes”. De esta manera le damos lugar a su emoción, fomentando el entendimiento de esta.
  • Existen diferentes formas de regularse emocionalmente a través de la respiración como: respiración del globo, respiración de las montañas y respiración del panda.
  • Otra estrategia importante es el “ponernos en los zapatos del niño o niña”. ¿Cómo hacemos esto? Reconociendo y validando que sienta dicha emoción debido a lo sucedido y recordando que es completamente válido que se sienta así. Podemos hacer referencia a una situación que hayamos vivido en donde llegamos a sentir la misma emoción para fomentar el respeto por todas las emociones. Por ejemplo: «Yo también he sentido rabia cuando alguien toma mis cosas sin pedir permiso». Es importante tener en mente que en caso de tener que corregir se debe hacer con claridad y amabilidad con nuestros niños.
  • Sin duda alguna, los cuentos infantiles, canciones infantiles y materiales didácticos como los títeres, son recursos que sirven para desarrollar y fomentar la inteligencia emocional que tanto queremos apoyar en nuestros niños.
  • Los momentos que fortalecen la relación entre los niños y su mundo emocional, no deben darse únicamente en las aulas sino también en espacios de juego y en el hogar. No podemos olvidar que las bases que les demos a nuestros niños en la primaria infancia intuirán en las personas en las que se convertirán en el futuro. Así que conecten con sus emociones, busquen espacios que fomenten la inteligencia emocional desde la primera infancia y acompañen a sus hijos e hijas en la travesía que es el desarrollo infantil.

Bibliografía:

  • Bericat. E, (2012). Emociones. Socipedia.isa. Recuperado el 01 de agosto del 2023 de https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/47752/DOIEmoc iones.pdf
  • MacLean, Paul D. (1990), The Triune Brain in Evolution: Rolein Paleocerebral Functions.New York: Plenum Press.
  • Gómez. O & Calleja. N. (2016). Regulación Emocional: definición, red nomológica y medición. Revista Mexicana de Investigación en Psicología.

ACERCA DE Liceo de Cervantes Norte (Bogotá)

El Colegio Liceo de Cervantes está ubicada en Bogotá, fundado en 1934, Colegio mixto, idioma, español, inglés, Calendario A. Con una Trayectoria de más de 85 años, forjando estudiantes responsables, participativos y autónomos.

 

Autor

Valentina Cárdenas Otero, psicóloga clínica Infantil