Desde hace muchos años la tecnología marca la diferencia en temas relacionales de los seres humanos y más en la era de las redes y las comunicaciones, los mensajes digitales abren la frontera a nuevos diálogos entre países, culturas, etnias y diversos grupos de intereses.
La era de las comunicaciones muestra nuevos retos y oportunidades para que el conocimiento se adquiera no sólo a través de libros, sino desde la creatividad que poseen las plataformas digitales. Cada mensaje que enviamos por nuestras redes sociales nos convierte en autores inéditos de información digitalizada, nos vuelve responsables de diálogos más rápidos y oportunos para resolver situaciones que se presentan en la cotidianidad.
– ¡Qué gran avance en la comunicación de los seres humanos! –
En esta línea de acción entre la tecnología y los seres humanos, nace la siguiente pregunta: ¿Cómo los padres y los diversos actores del contexto educativo pueden aprovechar las oportunidades que nos plantea el ciberespacio?
La respuesta a esta pregunta nos impulsa a revisar una ética de las posibilidades. El ciberespacio es concebido como el lugar donde se desarrollan las interacciones entre cibernautas humanos y no humanos, que se reúnen para conversar sobre intereses comunes, generar reuniones de temas laborales o citas de orden escolar entre otras actividades. Podríamos pensar que el ciberespacio es el lugar donde nos comunicamos, un contexto tecnológico, un lugar de encuentro en resumidas cuentas, un contexto de uso cotidiano. Eso nos hace pensar que el valor del ciberespacio está relacionado con su utilidad y no con la importancia y gratitud que requiere este lugar. El ciberespacio, es un lugar de comunicación ilimitada de páginas que promueven el conocimiento y la investigación de redes que favorecen el aprendizaje colaborativo, que en épocas de pandemia nos rescata del sufrimiento de estar lejos de nuestras personas allegadas, que ha sido visto de manera negativa por información relacionada con temas de violencia, desplazamiento y temas de actualidad como la guerra.
El temor se apodera de las familias refiriendo que el mejor camino para educar a sus hijos es no tener acceso a internet por los peligros que allí se presentan, que es mejor restringir su uso hasta que tengan la edad adecuada para manejarlo. Y surge una conclusión aclaratoria de este tema: ¿será que el ciberespacio es el causante del mal uso que los seres humanos le hemos dado a este lugar? La respuesta es que el ciberespacio no es culpable. El ciberespacio puede ser un sitio para aprender a relacionarse de manera positiva con otros seres humanos, para darle valor al tiempo y mejorar los vínculos con nuestros amigos y allegados, para promover grupos centrados en construir aprendizajes colaborativos, para realizar acuerdos en tiempo real que favorezcan las acciones de la vida cotidiana en circunstancias tales como saber sobre el rendimiento de los hijos en el colegio, agendar una cita, realizar un trámite de suma urgencia entre otros aspectos…
Definitivamente el ciberespacio puede ser una gran oportunidad de aprendizaje, puede ser una gran ayuda para los seres humanos y un vehículo de información que puede mejorar nuestra cultura. Solo usted como padre de familia o lector de este texto puede decidir cómo quiere de ahora en adelante acceder al ciberespacio y aprovechar todos los beneficios que allí se promueven.
Acerca Del Colegio San Bartolomé La Merced
El Colegio San Bartolomé La Merced es una institución de carácter privado, ubicado en la ciudad de Bogotá, bilingüe, mixto y calendario B, fundado en 1941. Tiene como objetivo formar y acompañar para la excelencia humana, desde una propuesta educativa orientada a la formación integral en la construcción de una sociedad justa y en paz, a través del compromiso social y ambiental, en coordinación con las obras de la Compañía de Jesús.
Por: Alexander Moncaleano Buitrago
Psicólogo Ciclo II – Servicio de Asesoría Escolar
Colegio San Bartolomé La Merced