Buenos Maestros: La importancia de los maestros en la sociedad

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A propósito del día del maestro, -que celebramos el 15 de mayo-, es un buen momento para reflexionar sobre su importancia en una sociedad. Los maestros han moldeado el carácter de muchas sociedades y han sido fundamentales para comprendernos en nuestra forma de entender el mundo y nuestro lugar en él.

Todos y cada uno de nosotros hemos tenido en la vida maestros inspiradores que nos han enseñado a pulir nuestro razonamiento, a mejorar la forma en que expresamos las ideas y, lo más importante, que nos han llenado de alegría el corazón. Muchas veces han sido los primeros referentes de nuestras vidas. Recordemos, nada más, como en la infancia hablábamos en casa y en familia de los maestros y las clases que nos apasionaban. A veces queríamos ser como ellos y, de alguna forma, eran los primeros héroes de la vida.

Para llegar a ser esos primeros héroes, el buen maestro debe prepararse, entender las didácticas y métodos, planear sus clases, generar un ambiente ideal para aprender, propiciar el diálogo con los estudiantes y en lo posible saber cómo lograr que sus discípulos comprendan lo que desde su saber disciplinar pretende enseñar. Todo esto es muy importante, pero no es suficiente. Debe despertar su curiosidad por el conocimiento cada día para llegar con entusiasmo y alegría a compartirlo con sus estudiantes.

El buen maestro despierta pasiones, construye proyectos de vida, es un hacedor de sueños, un guía en el arduo viaje que debemos recorrer, ejemplo de vida y de vocación, construye las preguntas fundamentales y motiva a sus alumnos para que las respondan.

En el arte de enseñar, cómo lo dijo el profesor Ernesto Bein -El Prof-, rector muy querido entre los gimnasianos: “el buen maestro hace fácil lo difícil”.

Exelentes los maestros del Gimnasio Moderno

¿Qué hacemos como sociedad para formar a los buenos maestros?

Esta es una pregunta que debe responderse de manera prioritaria permanentemente. De una buena formación y de darles un lugar privilegiado en la sociedad se podrá construir las bases de una ciudadanía mejor preparada para enfrentar los grandes desafíos de la sociedad de hoy. El problema, ahora, no es debatir sobre la pertinencia o no de la alternancia. Es claro para todos que el regreso de los niños de Colombia a las aulas es un asunto que no se puede aplazar más porque de eso dependen sus procesos de aprendizaje, sus emociones, la salud mental de todos ellos y porque no podemos postergarles la alegría de estar con sus amigos, en esos salones que sienten suyos y cerca de esos maestros que los inspiran.

Quizás el problema a resolver es ¿cómo garantizar a los maestros de Colombia las condiciones necesarias para que sean buenos? ¿Cómo lograr que puedan trabajar hombres y mujeres que ejercen esta bella profesión en escenarios con los protocolos de bioseguridad adecuados?

Quizás las mejores respuestas provengan de las Facultades de Educación, y las Escuelas de maestros. Singapur y Finlandia lo entendieron hace décadas y su avance como sociedad lo deben al enfoque que dieron a la educación. Lo público y lo privado se alinearon en este propósito. Necesitamos con urgencia que, en nuestro país, las expectativas de una educación de calidad, presentes en la mayoría de los jóvenes colombianos se cumplan en el tiempo, de lo contrario la frustración seguirá expresándose en las calles.

Sólo los buenos maestros pueden llevarnos por el camino que conduzca a una educación de calidad y la inversión en este grupo poblacional debería ser el tema fundamental si queremos consolidar nuestra democracia. Decía George Steiner en su libro Lecciones de los Maestros, que la profesión del educador “comprende numerosas tipologías que van desde el pedagogo destructor de almas hasta el Maestro carismático…” espero que seamos capaces de entender que es desde las aulas donde puede hacerse lo que el buen maestro hace… la diferencia.

Conoce sobre este y otros importantes temas de esta gran institución
ingresando a
www.gimnasiomoderno.edu.co

Especial para Revista Edu.co

Por:

Víctor Alberto Gómez Cusnir

Rector del Gimnasio Moderno