En el siguiente artículo encontrarás cómo aplicar la Neurociencia en la educación.
0.2.3. ¿Cómo definir entonces qué es una emoción y su diferencia con el sentimiento?
a)- Según la visión clásica. Las emociones se pueden considerar como algo que por evolución se presentan de forma universal en cada persona y la impulsa necesariamente a actuar, pues, siempre lo conduce a una acción, de manera determinada e inevitable.
b)- Según la visión moderna. Las emociones, en primer lugar, no son homogéneas, sino que en lugar de ser universales varían de una cultura a otra; surgen de una combinación entre las propiedades físicas del cuerpo con un cerebro flexible cuyas conexiones reflejan su entorno socio cultural, de acuerdo con su formación educativa; en este sentido, las creamos y podemos decidir qué hacer, con respecto al accionar.
Al respecto, Daniel Goleman (1996, p. 24), afirma: “En esencia, todas las emociones son impulsos para actuar, planes instantáneos para enfrentarnos a la vida que la evolución nos ha inculcado. /…/ Que las emociones conducen a la acción es muy evidente cuando observamos a niños o animales; solo es en los adultos ”civilizados” en los que tan a menudo encontramos la gran anomalía del reino animal: emociones –impulsos arraigados que nos llevan a actuar- divorciadas de la reacción evidente. /…/ Los investigadores están descubriendo más detalles fisiológicos acerca de cómo cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de respuestas”. Y más adelante, complementando el concepto, afirma: “Con nuevos métodos para explorar el cuerpo y el cerebro, los investigadores están descubriendo más detalles fisiológicos acerca de cómo cada emoción prepara al organismo para una clase distinta de respuesta”. Esta respuesta es el sentimiento de ira, de alegría, de miedo, de felicidad, de amor, de disgusto, de tristeza, etc.
Quien se encuentra ante una situación concreta, es quien construye su propia emoción, aunque el concepto para definirla puede ser heredado de su contexto sociocultural. Es decir, la diferencia con la visión clásica está en que es el mismo sujeto quien, a partir de la reacción fisiológica que aparece en el organismo, construye cada concepto y sentimiento de ira, de amor, de tristeza, etc.
Al respecto, nuevamente, la neurocientífica Lisa Feldman B.,(p. 174) afirma: “El cerebro categoriza usando conceptos emocionales para dar significado a esas sensaciones. El resultado es que construimos casos de alegría, de miedo, de ira o de otras categorías emocionales. Las emociones son reales, pero son reales en el mismo sentido que el sonido de un árbol que cae, la experiencia del rojo o las distinciones entre flores y malas hierbas. Todas se construyen en el cerebro de un perceptor”. Y continúa: “Movemos constantemente nuestros músculos faciales. Las cejas se arquean. Los labios se tuercen. La nariz se arruga. Estos actos son independientes de un perceptor: Ensanchar los ojos mejora la visión periférica para detectar con más facilidad los objetos que nos rodean. Entrecerrar los ojos mejora la agudeza visual para los objetos que tenemos frente a nosotros. Fruncir la nariz nos ayuda a bloquear sustancias químicas toxicas. Pero estos movimientos no son intrínsecamente emocionales”.
0.2.4. Diferencia entre emoción y sentimiento. Al establecer una diferencia entre emoción y sentimiento, se puede resumir, de acuerdo con los datos arrojados por las investigaciones desarrolladas, especialmente por neurólogos: a)- La emoción es la reacción fisiológica y biológica, como respuesta a estímulos externos, o internos del organismo, que luego, son percibidas y construidas por el cerebro, de acuerdo con su contexto sociocultural, al que pertenece la persona.
b)- Un sentimiento se produce después de presentarse la reacción fisiológica y es la autopercepción de una determinada emoción. Al respecto, la neuróloga Lisa Feldman B. (2019, p. 83-84) aclara cómo se produce el sentimiento: “Las emociones agradables y desagradables simples surgen de un proceso continuo en nuestro interior llamado “Interocepción.
La interocepción es la representación que hace el cerebro de todas las sensaciones de nuestros órganos internos y de nuestros tejidos, de las hormonas de nuestra sangre y de nuestro sistema inmunitario. /…./ Esta actividad interoceptiva produce un abanico de sensaciones básicas que van de lo agradable a lo desagradable, de lo tranquilo a lo intranquilo, e incluso, completamente neutro”.
Otro de los investigadores, Ignacio Morgado (2012, p.27) acerca de esta diferencia también nos aclara: “Cuando hablamos simplemente de emociones nos estamos refiriendo a cambios objetivos en el cuerpo, cambios que podemos registrar, medir y estudiar científicamente”. Y más adelante (p.31), con respecto al sentimiento: “Con la conciencia el cerebro empezó a percibir el estado físico de su propio cuerpo emocionado, empezó, por así decirlo, a sentir sus propias emociones”; y advierte: “Pero lo hace de una manera muy especial, que no consiste en darse cuenta simplemente de cada uno de los cambios fisiológicos que están ocurriendo en el cuerpo, como las variaciones en el flujo sanguíneo muscular o la secreción de adrenalina, sino en una percepción global, integrada y específica que invade la mente, en algo muy genuino que es lo que llamamos sentimiento.”. Y agrega: “Alegóricamente, /Antonio/ Damasio ha dicho que “si las emociones se representan en el teatro del cuerpo, los sentimientos se representan en el teatro de la mente”. Y continúa: “Asi pues, el miedo, la sorpresa, el enfado, el asco, la tristeza o la alegría, no son otra cosa que sentimientos, es decir, experiencias mentales que el cerebro genera, basadas en la percepción consciente de los cambios fisiológicos que se están produciendo en el cuerpo cuando estamos emocionados”.
Por otra parte, la médica y neuróloga, Rosa Casafont (2015, p. 26) refiriéndose al orden de aparición de la emoción y el sentimiento, afirma: “La emoción es previa al sentimiento. El sentimiento es la toma de conciencia de una emoción percibida”.
BIBLIOGRAFÍA
- CASAFONT, Rosa. (2015). Viaje a tu cerebro emocional. Una inmersión al mundo de las emociones. Nomos Impresores, Bogotá.
- FELDMAN Barret, Lisa (2019). La vida secreta del cerebro. Cómo se construyen las emociones. 3ª. ed. Edit. Planeta. Bogotá, (1ª. ed. 2018, Edit. Planeta, Bogotá). .
- GOLEMAN, Daniel Goleman (1996). La inteligencia emocional. Por qué es más importante que el cociente intelectual. Javier Vergara Editor, Bogotá. (Título original: Emotional inteligence. Bantam books. 1995).
- MORGADO Bernal, Ignacio (2019). Emociones e inteligencia social. Las claves para una alianza entre los sentimientos y la razón. Edit. Planeta, Bogotá.
- Il. 5: Tomada de: GOOGLE.com/search?q=ilustraci%C3%B3n+de+emoci%C3%B3n%2C+libre+derechos+de+autor&rlz=1
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Por: esús Gúttemberg Bohórquez C. (GIMNASIO LAS PALMAS)
Educador e investigador. Escritor educativo y de aprendizajes
Lic. en Filosofía y Educación: Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia
Postgrado de Especialización Seminario Andrés Bello, del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá
Postgrado Univ. de Augsburg (Alemania)
Exinvestigador del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá
Exinvestigador del Sprachenzentrum, de la Univ. de Augsburg
Cofundador académico de la Universidad S. Martín. Bogotá.
Rector Fundador del colegio Gimnasio Las Palmas y de Cetincol S.A.S., Bogotá
Actualmente, director del Programa de Estudios en el Exterior para Egresados GLP