La tarea de educar a los hijos es una de las labores más desafiantes, nos exige un largo trabajo amoroso, complejo y de paciencia. Es una labor titánica, caótica, pero hermosa. Sin embargo, es una responsabilidad que actualmente no podemos seguir desarrollando “intuitivamente”.
Ser padre demanda un proceso continuo de mejora personal, un esfuerzo diario por ofrecer a los hijos las mejores herramientas que les permitan lograr un desarrollo pleno, armónico y feliz, en el cual también sepan afrontar los retos y dolores propios de la vida actual.
Entonces, ¿a qué nos referimos con la tarea educativa de los padres? Lo primero que debemos tener en cuenta, y que debe convertirse en una pregunta que articule nuestro quehacer formativo, es tener claro qué es educar: “Educar a una persona será, por tanto, enseñarle a usar bien su libertad y a ser responsable de sus actos” (Yepes, 2009. P 217).
Aquí quiero detenerme en una premisa básica que pueda orientarnos a desarrollar nuestra tarea como padres de una manera más eficiente, esta consiste, en ayudarles a educar su voluntad, a instruir su inteligencia y a gobernar sus instintos, emociones y deseos.
Mostrarles que existe una capacidad en el ser humano que nos permite analizar y tener criterio, es fundamental. Es necesario enseñarles que la inteligencia gobierna sobre las emociones. Educar la voluntad, significa enseñarles a autogobernarse y cuando sea necesario, postergar sus instintos, emociones y deseos.
La tarea de educar involucra amar a los hijos incondicionalmente, lograr que ellos entiendan que, a pesar de sus errores, el único lugar en el que el amor es absoluto en todas sus expresiones es el hogar. Que no existe un ambiente más propicio para la educación de las virtudes que la casa. Como padres debemos saber que el ejemplo educa y que nuestros actos tienen una incidencia directa en nuestros hijos.
Comprender que nuestra labor es un servicio de amor, coherencia, disciplina y responsabilidad nos permitirá afrontar con mayor eficiencia los más grandes retos y desafíos de esta generación.
Referencias:
Ricardo Yepes Stork. Fundamentos de Antropología. Eunsa. Navarra. 2009. Pág. 217
Acerca Del Colegio Ciudad Educadora Espíritu Santo
El Colegio Ciudad Educadora Espíritu Santo es una institución de carácter privado, ubicado en la ciudad de Villavicencio, bilingüe, mixto y calendario A, fundado en 1979. Tiene como objetivo formar ciudadanos con visión mundial y conciencia local, con habilidades comunicativas multilingües, capacidad de creación tecnológica. Cuentan con certificaciones internacionales y doble titulación. Son una Ciudad Educadora interconectada con el mundo del conocimiento.
Por: Sylvana Elvira Solarte
Psicóloga, Máster en Orientación educativa y psicopedagógica, especialista en Docencia para la Educación superior, Coach de Equipos para la Familia del Instituto de la Familia de la Universidad de La Sabana – Colombia e Instituto para la Resiliencia y Desarrollo Emocional (IRYDE) – España, actualmente candidata a Master en Asesoría familia y Gestión de programas para la familia del instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana.
Departamento de Familia
Ciudad Educadora Espíritu Santo
“Pensamos y creemos en grande”