En marzo de este año, la Fundación Empresarios por la Educación publicó el libro Repensar la Educación: rutas para mejorar la calidad educativa, un producto de meses de trabajo de un grupo de prestigiosos investigadores que se dieron a la tarea de trazar un mapa de ruta con las recomendaciones más indispensables para transformar la educación en Colombia.
Con un llamado de urgencia para los encargados de la toma de decisiones en políticas públicas, y sobre todo viendo los enormes estragos que la pandemia dejó en los niñas, niños, adolescentes y jóvenes, el libro aborda los ejes de transformación, las alternativas prácticas y las formas de implementación para mejorar la calidad de la educación en Colombia.
Con la necesidad de reparar los errores que ya se han cometido, saliendo de las dificultades del Covid 19 y aun con un sin número de adversidades, este libro propone salidas para mejorar la educación desde sus ángulos más estratégicos: la financiación, la innovación y la tecnología, la calidad docente, los sistemas de información, entre otros.
Estas líneas buscan desesperadamente conseguir una educación de calidad que les dé herramientas a los estudiantes para afrontar los desafíos de la vida y ser felices en ese camino. Es lo mínimo que se merecen las nuevas generaciones.
¿Para qué innovar?
No solo se trata de tecnología, sino de todo un trabajo de red que debe involucrar a los sectores públicos y privados, a la misma academia y que se “haga tangible en aspectos como los dispositivos tecnológicos disponibles, el acceso y la apropiación que se tiene a estos por parte de los distintos actores, así como la ampliación de los programas de conectividad y energización, mejorar de la infraestructura tanto de espacio físicos como virtuales de aprendizaje y la participación docente en el uso de tecnologías digitales, de la información y comunicación”.
La innovación debe ser inclusiva, colaborativa y mediada. En conjunto, las políticas públicas deben transformarse y fortalecer las capacidades de la gestión de dicha innovación.
La tecnología acompañada de infraestructura
Para que la innovación educativa en las instituciones sea un hecho, se debe pensar en que va más allá de la dotación de equipos y otros bienes TIC, se requiere a su vez, de infraestructura física y conectividad. Las recomendaciones que nos brinda el texto para lograrlo son:
- Consolidar una infraestructura social y tecnológica que permita la apropiación de herramientas que garanticen la innovación educativa.
- Establecer mayor sinergia entre los ministerios, entidades territoriales y el sector privado para lograr una gestión más eficiente.
- Asegurar los recursos para la promoción y la capacitación de todos los actores del ecosistema educativo, en temas como: apropiación tecnológica, inversión y diferentes tipos de infraestructura.
- Capacitar a los docentes también en estrategias de aprendizaje en casa.
Solo un trabajo conjunto podrá garantizar la buena calidad educativa que merecen nuestras generaciones futuras y este trabajo conjunto involucra tanto lo tangible (los dispositivos tecnológicos, espacios de aprendizaje, etc) como intangible (los planes de acción, las decisiones, la colaboración, etc).
¿Qué medidas ya está tomando tu institución educativa?