¿El ser hijo único influye en la sociabilidad?

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Existen varios aspectos sobre la forma de ser de los pequeños que no tienen hermanos. Se les suele asociar a un carácter consentido y egoísta. ¿Son realmente así?

¿Formar hogares con tres miembros es una tendencia o una condición social?

Creo que puede ser una tendencia que muchas parejas explican desde condiciones sociales: el hecho de querer brindar lo mejor a un único hijo, especialmente a nivel económico (excelente educación, excelentes condiciones de vivienda entre otros aspectos), hace que algunas parejas piensen dos veces la posibilidad de tener otro hijo. Sin embargo, no se puede dejar de lado algunos aspectos como la mayor inserción laboral de la mujer, la edad de concepción del primer hijo y demás situaciones que llevan a considerar que cada caso es diferente.

¿Qué beneficios o consecuencias trae para el menor ser hijo único?

Como expresa la psicóloga estadounidense Susan Newman: “hay una dedicación exclusiva de los padres”, situación que desde mi punto de vista puede traer tanto aspectos positivos, como aspectos por revisar: se podría llegar a considerar que los hijos únicos conservan mayor autonomía y responsabilidad durante su vida, pero ésta más que una situación producto de ser hijo único, puede ser respuesta de unos buenos niveles de relación al interior del sistema familiar. También se presentan familias con varios hijos donde ellos desarrollan buenos niveles de autonomía y de responsabilidad.

¿Los pequeños que no tienen hermanos desarrollan las mismas habilidades sociales, que aquellos que crecen con vínculos fraternales?

Esto depende del contexto donde se desarrollen. Si tan sólo comparten con sus padres, es común encontrar niños pequeños que piensan y hablan como adultos y pueden llegar a tener dificultades para relacionarse con su grupo de pares, pero aquellos niños que se desarrollan en contextos donde comparten con primos, amigos del barrio y demás también desarrollan buenas habilidades sociales. Hay relaciones entre grupos de pares que si bien consanguíneamente no son fraternas, no dejan a un lado el título de “hermano” y esto se convierte en un factor protector.

¿Se les atribuyen actitudes y conductas egoístas porque están acostumbrados a ser el centro de atención?

Considero que lo más importante es pensar en el futuro del hijo: cuando nos quedamos tan solo en el presente, queremos suplir todas las necesidades de nuestros hijos de manera inmediata: darles gusto en todo, juguetes, viajes, compañía, etc., pero desde el hogar y desde los años de infancia se debe enseñar que en la vida, el NO también es una respuesta y frases como “en este momento no podemos o no lo necesitas”, pueden ayudar a que en un futuro próximo como la adolescencia, los hijos se desarrollen de manera más asertiva en resolución de conflictos.

¿Qué ventajas y desventajas trae para la pareja tener un solo hijo?

Una ventaja es la dedicación exclusiva, la cual permite que todos los esfuerzos que como pareja se deseen hacer en pro del bienestar del hijo se centren en él: aspectos como el económico, afectivo y demás. Una desventaja que percibo es que la experiencia de ser padres “no se perfecciona”: ya que quienes tienen más de un hijo por lo general comentan que cuando llega otro hijo a la familia ya han tenido un proceso anterior de aprendizaje.

¿Cómo evitar no caer en excesos, en casos como la sobreprotección?

Esta pregunta la concluyo con una frase de abuelas que me ha sido muy útil en psicoterapia: “Si quieres que tu hijo tenga los pies sobre la tierra, encárgate de ponerle una leve carga sobre sus hombros”.

Especial para Revista Edu.co
Por: Gladys Fabiola Naranjo
Psicóloga de la U. Santo Tomás Esp. Psicología Ocupacional U. Bosque Mg. Musicoterapia. U. Nacional de Colombia