¿Cómo está el desarrollo de mi niño a los tres años? Lea esta guía

Créditos: AP

¿Cómo está el desarrollo de mi niño a los tres años? Lea esta guía

Comparte este artículo

Como va el lenguaje del niño es clave. A los tres años un niño debe tener un lenguaje que le permita expresar sus necesidades. Por lo general, los niños de esta edad usan frases cortas, lógicamente construidas y en orden, aunque cometan algunos errores gramaticales o errores de pronunciación. La “rr”, por ejemplo, es un fonema muy difícil de pronunciar, y a veces no llegan a hacerlo sino hasta los cuatro años. También pueden cometer errores en la conjugación de los verbos, como decir “yo sabo”, aunque progresivamente van disminuyendo esos errores. El vocabulario es reducido, pero crece día a día, y también a esta edad los niños deben comenzar a ser capaces de narrar o contar algo.

Para tener una idea clara de cómo va el proceso de desarrollo del lenguaje, en psicología se usa un ejercicio sencillo que consiste en que el niño repita, en orden, tres palabras no relacionadas por solicitud de un adulto. El niño que es capaz de hacer eso muestra que su proceso audio-verbal va por buen camino. Lo más importante aquí es que el proceso fluya y vaya mejorando cada día, aunque sea lento. Hay que alarmarse solo si se nota un estancamiento o un deterioro.

En cuanto a la parte motora, el desarrollo de esta área es fundamental a los tres años. Un niño que a esta edad es muy verbal pero no se mueve, está mostrando que algo no anda bien. En los primeros cinco años de vida el área bandera de desarrollo es la motora y a un niño que tenga problemas allí hay que prestarle atención muy rápidamente y estimularlo a través de actividades que propicien el movimiento, como salir regularmente al parque o al campo, o iniciarlo en un deporte.

A los tres años el niño ya tiene que estar bajando bien las escaleras, alternando las dos piernas; debe poder nadar y, por eso, si es posible, es bueno inscribirlos en clases de natación; debe poder saltar bien, columpiarse y mantener el equilibrio por un rato. En cuanto a lo que se conoce como motricidad fina, un niño de tres años ya empieza a agarrar bien un crayón o un lápiz grueso, y comienza a hacer una figura humana que no tiene cuello ni cuerpo, sino que es como una cabecita de la que salen los brazos y las piernas, una arañita, como la llamamos en psicología. En lo que se refiere a la parte social, tenemos que mirar cómo está empezando a relacionarse el niño con los otros, porque hasta los dos años y pico el niño juega paralelamente, es decir, que no interactúa con los demás. Pero ya a los tres años, cuando empieza a ir a otros sitios comienza a interesarse por los otros niños, aunque siga un poco temeroso. Ya es capaz de compartir sus juguetes y puede jugar con otros niños durante 5 o 15 minutos, aproximadamente, antes de cambiar de actividad. También puede empezar a mostrar ciertas preferencias en sus amistades, lo que muestra que está comenzando a manejar bien sus emociones alrededor de sí mismo y de los demás y que tiene una buena autoestima.

Entonces, si uno ve que su hijo está hablando y expresándose bien, que se está moviendo y está aprendiendo a manejar su cuerpo y que está empezando a relacionarse bien con los demás, puede estar tranquilo.