Solamente invertimos el 5% de nuestras vidas en la educación formal. La educación expandida nos habla de la importancia de las experiencias cotidianas para enriquecer la educación que recibimos.
La premisa en la que está basada esta modalidad es que el aprendizaje y la educación pueden generarse en cualquier momento, en cualquier lugar, dentro y fuera de las clases y más allá del aula, espacio que deja de ser el único para la compartir y adquirir conocimientos.
La educación expandida se apoya por un lado en Internet, pues permite que la información se extraiga de múltiples fuentes, así como en las herramientas colaborativas que posibilitan a cada persona la construcción de un calendario formativo personal a su medida, acorde con sus intereses y aptitudes.
Por otro lado, se apoya en espacios como museos, teatros, bibliotecas, zoológicos, etc., lugares que nos ayudan a generar procesos de aprendizaje distintos al aula y se convierten en una suma de experiencias las cuales nos brindan un ensanchamiento de la educación formal a partir de gustos e intereses propios.
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Por ejemplo, un lugar que se ha adaptado a este concepto ha sido Maloka catalogado como un museo interactivo que “fomenta la pasión por el aprendizaje, fortaleciendo los lazos entre ciencia, tecnología e innovación, con el fin de enriquecer la cultura ciudadana y aportar al desarrollo sustentable”.
¿Qué otros lugares crees que se adaptan a estas experiencias de aprendizaje?