Habilidades para el futuro en la educación superior

Habilidades para el futuro en la educación superior

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La irrupción de nuevas tecnologías en distintos sectores de la sociedad generó la necesidad de que los futuros profesionales cuenten con habilidades que permitan aprovecharlas para optimizar procesos, impulsar negocios e, incluso, mejorar la calidad de vida en las ciudades.

La educación es hoy protagonista de este proceso, pues desde los diferentes niveles se fomenta el desarrollo de estas habilidades para el futuro.

Mauricio Rey Torres, decano de Innovación y Desarrollo Digital de la Universidad Sergio Arboleda, explica que las habilidades relacionadas con el conocimiento y aplicación de tecnologías como Blockchain, Inteligencia Artificial o la programación de computadores, ratifican que la Cuarta Revolución Industrial ha traído un avance tecnológico acelerado, que ha ocasionado cambios profundos que se perciben en los entornos más próximos.

¿Cuáles son las habilidades más demandadas por el mundo laboral en la actualidad?

“No importa lo poco racional que sea el texto, como, por ejemplo, “un gato negro con gafas neón en una fiesta techno” o “Michael Jackson en un campo de batalla derribando un ataque de aviones con su mano”. Esta tecnología ofrece hasta cuatro versiones de la gráfica y la posibilidad de seleccionar una de ellas y continuar generando versiones para mejorar su calidad”, precisa.

Lo más importante, resalta, es que cualquier persona puede acceder a esta tecnología de manera gratuita y sin tener un entrenamiento previo. “Es como si tuviéramos a nuestro propio diseñador disponible todo el tiempo, entregándonos resultados de su trabajo, casi de manera instantánea”, precisa Rey Torres.

Fortalecer los conocimientos

Desde las instituciones de educación superior se puede suponer que para enfrentar los retos de empleabilidad y acceso a oportunidades laborales de una manera oportuna y equitativa, los profesionales deberían tener conocimiento sobre las capacidades, usos y aplicaciones de las tecnologías en cada una de las disciplinas. Además, con un enfoque en el desarrollo y fortalecimiento de habilidades blandas, para darle un sentido más claro y humano al uso de la tecnología en cada uno de los aspectos de la sociedad.

Una de estas habilidades es el autoconocimiento. “En un mundo en el que a diario nos vemos bombardeados por millones de datos y de información que intentan captar la atención el mayor tiempo posible, se pierde la tranquilidad y el espacio para detenerse y reflexionar sobre quiénes somos y el papel que queremos tener en nuestra vida”, reflexiona Rey Torres.

Ahora bien, con un nivel educativo como el que tenemos en América Latina y el Caribe ¿cómo creemos que los estudiantes van a salir a enfrentar el mundo?

La paradoja es cómo darle forma a la oportunidad que ofrece el contenido abierto ofrecido en la web (en caso de tener acceso a ella) y a la libertad de enseñar y aprender, que actualmente no ejercen a plenitud estudiantes ni profesores.

El sistema educativo tiene el poder escaso de tener la atención de millones de estudiantes y profesores por un buen número de años. Para hacer memorable y significativa esa etapa, y conquistar el interés de los estudiantes de volver al sistema a lo largo de la vida es necesario volver más activa la experiencia de aprender.

Hay que sumar esfuerzos para actualizar los currículos introduciendo aprendizaje activo y basado en la resolución de proyectos reales. Los estudiantes deben tener la oportunidad de desarrollar actitudes, habilidades y conocimientos útiles, que les funcione para el futuro, que aprendan a aprender y trascender estudiar para la prueba.

El llamado a las universidades es a ser protagonistas del cambio y romper el círculo de qué es primero, el huevo o la gallina. Las universidades pueden dedicar equipos de investigación interdisciplinarios a hacer curaduría de contenidos basados en evidencia que le permitan al sistema educativo entender la importancia de diseñar con intencionalidad la conexión entre currículos de preescolar, primaria, bachillerato, formación técnica y vocacional, educación superior y formación en el lugar de trabajo. Las habilidades y el conocimiento son acumulables solo si están diseñados con pertinencia y si le permiten a cada individuo explorar su potencial para poner en contexto el conocimiento aprendido.

Un ejemplo para explorar, sería la incorporación temprana de los jóvenes en contextos de trabajo que impliquen nuevas relaciones sociales y experiencias prácticas.

La educación para la vida supone desarrollar habilidades blandas y socioemocionales, en alta demanda por el mundo laboral. Competencias sociales como el pensamiento crítico y racional, pero también el autocontrol y la empatía, permiten una mayor capacidad de trabajo en equipo.

El fortalecimiento de las competencias supone adaptarse y aprender desde ya habilidades digitales que incluyan la interacción con computadoras inteligentes, realidad aumentada, sistemas de administración datos e información en la nube, internet de las cosas, “blockchain”, entre otras tecnologías que predominarán en los contextos laborales del futuro.

Para no ir tan lejos, las instituciones educativas pueden empezar a integrar a sus currículos cosas tan simples, pero tan útiles como hacer una consignación en un banco, explicar la trascendencia de votar en las elecciones, apoyar a su abuela a acceder a una cita médica en el sistema de salud o experimentar con la ruta de reciclaje de su barrio.

Si integramos conocimientos interdisciplinarios, que parecen alejados de la academia, pero que hacen la vida más práctica, los estudiantes estarían más motivados y tendríamos ciudadanos mejor preparados para la vida en comunidad.

Lee el artículo completo en  Habilidades para el futuro | Educación Latam

Especial para Revista Edu.co
Por: Mariana Marroquin Ortiz
Equipo de redacción de Revista EDU
Acerca de Revista Edu.co
Es una publicación digital de divulgación sobre temas de formación, crianza y educación.  Dirigida a padres de familia con hijos en edad escolar (2 – 18 años), que buscan información y contenido útil para apoyar el proceso de crecimiento de sus hijos, así como soporte en requerimientos de su vida cotidiana.