En los últimos años ha habido un significativo avance respecto a las desigualdades en términos de acceso a la educación según género en Latinoamérica. Sin embargo, según la UNESCO no se observan sustanciales avances en la generación de políticas de igualdad de oportunidades y equidad de género para la educación primaria que aborden aspectos específicos del logro de aprendizajes.
Por eso, hoy te hacemos un breve resumen de los resultados del estudio de políticas del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) sobre este tema, cuyo objetivo es aportar a la comprensión de las trayectorias y estado actual de las políticas educativas de los países de América Latina.
Según la UNESCO en el contexto de la educación, la inclusión de la temática de género se ha realizado desde tres perspectivas. Primero, la perspectiva de entender el colegio como agente de socialización por medio de la transferencia y establecimiento de pautas, normas, conocimientos y formas de vinculación.
Segundo, a través de la educación como un agente de desarrollo, en que se reconoce que esta debe ser capaz de responder a los desafíos cambiantes de las transformaciones sociales y los problemas que afectan a niñas, niños y jóvenes durante su etapa escolar. Finalmente, el compromiso de avanzar a una educación de calidad para todos los niños.
Con base en lo anterior, la evidencia señala que todos los países relacionados con el LLECE cuentan con planes de igualdad y equidad de género. La totalidad de estos planes tienen como objetivo potenciar la transversalización e institucionalización del género, y crear estrategias y/o acciones para disminuir las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres.
En los 19 países, estas políticas son intersectoriales; es decir, políticas que obligan o vinculan a diferentes ministerios o entidades ministeriales para participar en la implementación de estas. En la totalidad de los casos, estas políticas se establecen como una herramienta nacional que crea lineamientos y orientaciones sectoriales e intersectoriales para lograr los objetivos de las políticas de igualdad de género y equidad de los países. La responsabilidad de la implementación del plan recae en la mayoría de los casos en el ministerio, secretaría o consejo de la mujer, y en otros, en el ministerio de desarrollo social o directamente en la secretaría presidencial.
El cuadro que se muestra a continuación discute las temáticas que cada país incorpora como parte de circulares, decretos, estrategias, leyes, planes nacionales, políticas, programas, protocolos, proyectos de ley o resoluciones legislativas entre 2000 y 2019. Cabe destacar que el hecho de que no estén incluidos en el cuadro no significa que los temas no se realicen en material didáctico, orientaciones o modelos educativos:
De igual manera, algunas trayectorias regionales en las políticas de igualdad y equidad de género en educación no han sido exitosas. Por ejemplo, en Paraguay, Brasil y Panamá están truncadas, y en Honduras, Cuba, Guatemala, Bolivia y Nicaragua son desconocidas o inconclusas. Por el contrario, en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Perú, República Dominicana y Uruguay están avanzadas. Es decir:
- Trayectorias truncadas: países que han decelerado la generación, implementación y en algún grado compromiso con el enfoque de género.
- Trayectorias desconocidas o inconclusas: se caracterizan por países que han realizado importantes avances y compromisos, pero que no es posible conocer hoy en día, a través de la información generada por las agencias de sus países, el verdadero estado de su política educativa de igualdad y equidad de género actuales.
- Trayectorias avanzadas: son de países que, según la evidencia, han continuado su producción de reforzamientos, ya sea de políticas o estrategias en torno a las políticas educativas de igualdad y equidad de género. Estos países muestran avances desde mediados de 2015.
En conclusión, en Latinoamérica se observan importantes avances, pero también dificultades, para generar políticas de género que dialoguen de manera sistemática, permanente y cohesionada con la educación. Es importante no detenerse y formalizar las iniciativas que buscan disminuir las brechas de género, especialmente las de aprendizajes, que siguen siendo un desafío pendiente.
Amplía esta información en: www.unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000379491?1=null&queryId=410a36b4-4a89-4291-a628-e7fc4ec261e1
Equipo de redacción de Revista EDU