¿Deberíamos revaluar el “horario de clase”?

¿Deberíamos revaluar el “horario de clase”?

¿Deberíamos revaluar el “horario de clase”?

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Se realizó un primer diagnóstico a los estudiantes que participaban encontrando las siguientes características generales:

– El 70% de los niños ya estaban escolarizados previamente, los estudiantes restantes nunca lo habían estado.
– Los estudiantes escolarizados tenían conocimientos generales de las vocales y despedirse en inglés.
– No habían reglas básicas de juegos por lo cual su nivel de agresividad era bastante alto.
– Aun prevalecía el egocentrismo en las cosas que se encontraban a su alrededor.
– Querían jugar mientras comían.
– No había uso adecuado de los orinales.
– Dañaban intencionalmente los juguetes que habían en el colegio.
– Los estudiantes que tuvieron un nivel de escolaridad previo hacían uso de libros de texto pero no se culminaban en su totalidad.

Situaciones que al parecer se pueden considerar muy normales pero el objetivo de las familias e instituciones es mejorar los procesos educativos para que los niños logren ser socialmente competentes y así prepararlos para ser realmente ciudadanos del mundo. Este primer acercamiento permitió generar un plan de trabajo en el que se determinaron algunos resultados como: cambio de rutina y la abolición del libro de texto.

Cambio en la rutina dentro de la institución
En la gran mayoría de instituciones educativas colombianas se ha estipulado los llamados “bloques de clase” o más conocidos por las familias como “los horarios de clase” que comprenden entre 2 horas y/o 1 hora y 45 minutos aproximadamente, es decir que se convierte en un espacio de tiempo para que los estudiantes adquieran conocimientos de una disciplina determinada ya sea inglés, matemáticas, física entre otros.

Al hacer un diagnóstico sobre los horarios de clase de algunas instituciones educativas evidenciamos que este tiempo se estipula en cualquier nivel educativo ya sea preescolar, primaria, bachillerato, igualmente aplica para estudiantes universitarios, el cual muchas veces puede estar en contraposición de las necesidades básicas de la enseñanza-aprendizaje e incluso atenta con la motivación tanto de profesores como de estudiantes.

¿Deberíamos revaluar el “horario de clase”?
¿Deberíamos revaluar el “horario de clase”?

Por tal motivo, se determinó hacer un cambio de rutina con intervalos más cortos de clases que oscilan entre 15 a 20 minutos, seguido de un juego guiado, luego clase e inmediatamente descanso así sucesivamente se repite el ciclo dos o tres veces. Identificándose una gran mejoría del proceso de enseñanza-aprendizaje ya que evita el agotamiento por parte del profesor y del estudiante, además toma como referencia el tiempo de atención con el que cuenta el ser humano de acuerdo a su edad e incluso los juegos no son del todo establecidos de forma deliberada sino que los profesores son participes y así permiten generar un control del juego, respeto y bajar los niveles de agresividad evitando los juegos que incluyen competencias en el que se debe establecer un único ganador.

Erradicación del libro de texto
No podemos negar que muchas veces el libro es de una gran ayuda para el profesor pero quizás se puede convertir en toda una tortura cuando a los profesores no nos gusta y consideramos que nos limita, incluso cuando el padre de familia lo considera costoso y revisa al final del año que su hijo no termino de realizar todas las actividades propuestas en el libro considerándolo un gasto innecesario. En este estudio se suprime el libro de texto y por su parte se implementó una biblioteca de más de 1.000 libros que permiten generar ideas a los profesores y explorar imágenes, letras, entre otros a la comunidad educativa. De este modo se utilizan guías de trabajo que permiten hacer una actividad de acuerdo al nivel de motricidad fina y gruesa de los estudiantes sin perder el objetivo de aprendizaje.

Resultados parciales
Se desarrollaron unos descriptores de aprendizaje evidenciándose con un grado bastante alto el aprendizaje de aproximadamente 120 palabras nuevas en inglés, contar los números del 0 al 100 en español, uso de expresiones básicas para comunicarse en inglés, leer y escribir haciendo uso de 8 consonantes, uso de tijeras, lápiz y el trazo, uso adecuado de los sanitarios y juguetes se valoran y cuidan. Del mismo modo, esta investigación sigue en curso del cual nos permitirá darla a conocer con más detalles próximamente.

Por: Jaddy Brigitte Nielsen Niño

Licenciada en Lengua Castellana, inglés y francés, Magister en Docencia, Doctora en Educación, Par evaluador e investigador junior reconocida por Colciencias.

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