La disciplina de confianza surgió a finales del siglo XIX de la mano del movimiento de la Escuela Nueva y en cabeza de Don Agustín Nieto Caballero, fundador del Gimnasio Moderno llegó a nuestro país. El Colegio San Tarsicio, la incorpora como un principio de su propuesta educativa bajo la interpretación que nuestro fundador, Monseñor Ernesto Solano hizo y a lo largo de 60 años ha hecho parte de nuestra cultura institucional.
En el Colegio la disciplina de confianza se entiende como la formación de “hábitos de trabajo, de estudio, de reflexión, de cumplimiento del deber y de obediencia; de una obediencia que se hace no por temor sino por convicción y asentimiento”.
La socialización es uno de los grandes objetivos que una institución educativa debe tener y con este principio de Disciplina de Confianza se logra que en la interacción de los estudiantes y de éstos con los adultos, se permita el crecimiento personal y de la comunidad, bajo la tranquilidad y la felicidad propia de saber que existe la confianza para ser auténtico y dejar los temores por un mundo que muchas veces se presenta hostil. Este principio así vivido permite guiar cada uno de los pasos que se dan en la prevención, atención y seguimiento de las actividades y de los posibles conflictos escolares.
En toda comunidad siempre habrá diferencias, por eso en el San Tarsicio, se construye entre los interlocutores la cultura del diálogo, es decir que los estudiantes logren expresarse de manera directa, respetando a la otra persona, buscando proponer posibles soluciones, asumiendo siempre la responsabilidad de sus acciones. Por eso resulta fundamental que más allá de un proceso disciplinario previsto en un manual de convivencia, sea la reflexión del alumno, el reconocimiento de sus errores, la manifestación auténtica del arrepentimiento y el compromiso para buscar sinceramente la autocorrección para ser cada día una mejor persona.
Las familias hacen parte fundamental de esta propuesta y por eso entendemos que la educación es principalmente una relación de confianza entre el hogar y el colegio, lo que permite a través de un trabajo mancomunado hacer de los estudiantes personas autónomas, responsables y felices en un entorno agradable que le genera seguridad personal para ser él mismo, teniendo la norma como una guía, pero siendo más importante su convicción personal y la comprensión del valor que quiere realizarse, lo que le permite apropiarse de criterios éticos y principios personales para toda su vida.
Es por eso por lo que las normas principales del Colegio son solamente doce principios (dodecálogo), cortos, sencillos y que muestran lo que debe hacerse para alcanzar los objetivos y no fijar la atención en las prohibiciones.
La Disciplina de Confianza también es un elemento fundamental en la construcción del liderazgo del Santarsiciano, pues es vital para las actividades dirigidas por los estudiantes autónomamente como la Banda Marcial, los modelos de la ONU, las capitanías de los diferentes deportes, el Consejo estudiantil y otras donde reciben el apoyo de los docentes y directivas para que ellos sean los protagonistas y aprendan el trabajo colaborativo y la planeación de actividades para así “aprender haciendo”.
El objetivo es que los estudiantes trasladen a todas sus facetas de la vida, esta idea y que sus actos a nivel académico, familiar, social y recreativo respondan a una exigencia personal muy profunda y no a un mandato o exigencia de una norma, una nota, un examen o una prueba de estado.
Conoce sobre este y otros importantes temas de esta gran institución ingresando a http://www.santarsicio.edu.co/
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Por: Colegio San Tarsicio