Este mes en “Un cuento, un libro, una experiencia educativa con PNL y Coaching Creativo “quiero hablar de: ¿Cómo educar para ser un héroe de corazón? El artículo está basado en uno de mis cuentos “En busca de héroes”.
Como ya he comentado otras veces, a través de mis cuentos y libros pretendo aportar valores a la educación. Ya sea en casa o en el aula, trabajando la inteligencia emocional, el autoconocimiento y el desarrollo personal.
El cuento, lleno de imágenes a modo de metáfora, nos invita a encontrar al héroe que se esconde en cada uno de nosotros, así como a encontrar nuestros talentos únicos. Su historia llena de valores nos hace comprender qué es ser un verdadero héroe, nada que ver con los estereotipos típicos de héroes de los cómics y películas, donde para ayudar a los demás tienes que luchar, pelear y ganar. Un cuento que expone cuál es la verdadera valentía.
El cuento puede dar mucho juego en clase, pudiéndose usar de muy diferentes formas. Me hace muy feliz haber podido comprobar cómo varias profesoras lo han utilizado en las aulas con proyectos hermosos, educativos y creativos, compartiendo conmigo alguna de sus experiencias.
En este artículo me gustaría reflexionar un poco sobre el tema del que habla el cuento. Todos somos o podemos ser héroes. La vida necesita de héroes, pero héroes de corazón, y en la educación hay que educar con este foco.
Primero que nada hay que entender que cada persona es un tipo de héroe diferente, con talentos, cualidades y valores distintos. Hemos nacido con unos talentos y cualidades únicos y esos matices son los que nos hacen especiales, los que nos hacen ser un determinado héroe con una personalidad específica. Por eso, el mundo necesita de todos, porque cada uno aporta algo diferente.
Una base importante en la educación es entender ésto y ayudar a niños y adolescentes a conocerse, a que descubran qué les hace únicos y, con eso, qué aportación a los demás, al mundo, pueden hacer. En definitiva, que descubran qué tipo de héroes son. Y aquí algo muy relevante será no obligarles a ser buenos. Lo peor que se puede hacer es imponer a que hagan acciones buenas o a ser empáticos. Porque entonces se rebelarán y harán lo contrario. La bondad y la empatía es el estado natural. Cuando alguien es egoísta o se comporta mal con los demás es porque no está bien. Aquí habría que indagar sobre qué le sucede al niño o adolescente interiormente. También hay que ir con cuidado porque a veces nos han educado en que ciertas acciones son egoístas cuando no es verdad. El tenerse en cuenta y cuidarse no es ser egoísta.
Si se quiere educar para ser héroes de corazón también se debe hacer desde el respeto a su forma particular de aportar a los demás, trabajando los valores en el aula (exponiéndolos para que resuenen con ellos, no imponiendo) y ser ejemplo. Dicho esto, me gustaría exponer un ejercicio para potenciar el héroe que cada niño y adolescente es.
Potenciando el héroe que soy.
El ejercicio es una visualización creativa con protocolo de PNL donde modelarán las conductas de tres héroes. Sirve tanto para adolescentes como para niños.
En PNL esto se hace mucho: coger, copiar acciones, pensamientos, conductas de personas que han conseguido o tienen en su vida lo que nosotros deseamos para incorporarlo después en nosotros… ¿Cómo piensan? ¿Qué hacen o han hecho diferente para tener ese objetivo en su vida y nosotros no?
Antes de realizar este ejercicio, tener en cuenta que si los niños que van a realizarlo son muy pequeños, tienen que elegir un héroe en vez de tres.
Y empezamos. Los alumnos se sentarán con la espalda recta y cerrarán los ojos.
Tú como adulto les guiarás de la siguiente forma:
– Cerrad los ojos y haced varias respiraciones profundas. Coged aire por la nariz y soltar por la boca. Cuando cogéis aire, vuestra barriga se hincha como un globo y cuando soltáis el aire, la barriga se deshincha. Varias veces y a vuestro ritmo. Cuando cogéis aire, cogéis luz, cuando soltáis el aire, todas las tensiones poco a poco van desapareciendo. A vuestro ritmo, vais respirando y vais sintiendo como vuestro cuerpo se va relajando, más y más.
Ahora os conectáis con vuestro corazón, sintiendo en él una sabiduría infinita. Lo visualizáis con una luz inmensa. Desde el corazón, a continuación, visualizáis como si saliese un proyector de luz, proyectando delante de vosotros tres personas que admiráis, tres personas que consideráis héroes por sus acciones y cualidades. Pueden ser cualquier persona: alguien conocido, un amigo, un familiar o incluso un personaje famoso.
Primero os fijáis en uno de los personajes, de los héroes. Observad quién es. ¿Cómo va vestido? ¿Qué os llama la atención de él, de su aspecto, si lleva algún objeto, etc.? Si tiene algún objeto, sentid si os puede dar alguna información sobre qué tipo de héroe es.
A continuación sentid: ¿Cómo están sus emociones? ¿Cómo se siente? ¿Cómo piensa? ¿Qué acciones y conductas tiene que consideras que son las de un héroe? ¿Cómo trata a la gente?
¿Qué cualidades únicas tiene? Ahora sentid como si todas esas cualidades que admiráis en él como héroes se tradujeran en un color que sale de su cabeza, como si ese color contuviera una copia de sus cualidades.
¿Qué color es? Visualizad cómo ese color pasa de su cabeza a la tuya, llenándote de ese color, de una copia de esas cualidades de héroe. Visualizad cómo tu cuerpo se llena de ese color. Y cuando ya estéis completamente llenos, preguntaros: ¿Cómo os hace sentir tener esas cualidades? ¿Qué ha cambiado en vosotros? ¿Creéis diferente? ¿Actuaríais ahora diferente? ¿Qué haríais diferente?
Lo mismo con los otros personajes, con los otros héroes.
Después del ejercicio recordad a los alumnos que no se puede admirar a alguien si esas cualidades que se admiran no las tiene uno. Si no se tuviesen, para empezar, no las admiraríamos o nos fijaríamos en ellas. A veces se tienen, pero muy escondidas, hay que trabajarlas y potenciarlas más.
Y para despedirme sólo comentar que realizo charlas con valores tanto en los colegios como en los institutos con base en mis cuentos y libros.