El estudio del desarrollo evolutivo de nuestra especie nos permite una comprensión más acertada del modo en que un individuo aprende; y no es difícil entender la razón, si se observa con atención que la vida no es otra cosa que un camino en el que se debe aprender a adaptarse muchas veces y de muchas maneras a las circunstancias que se presenten; desde el impulso para expresar las necesidades con llantos y gestos, hasta la interiorización de un código de comunicación; muestra que al ser humano le es inherente esa capacidad de aprender, de sobreponerse a una adversidad, de resolver un problema, de almacenar datos en la memoria y de tomar decisiones. Así como el Homo Sapiens aprendió a usar herramientas, a controlar el fuego y a organizar grupos sociales cada vez más grandes, así cada individuo aprende a utilizar una cuchara, a manipular un lápiz y a vivir en comunidad: la ontogenia (el desarrollo de los embriones) del individuo es un reflejo de la filogenia (relaciones evolutivas entre los organismos) de la especie.
En este sentido, el colegio debe brindar las condiciones para que esa capacidad sea desarrollada en su máximo potencial, y esto se alcanza cuando se comprende que el fin de todo aprendizaje es de hacer consciente al individuo de lo que aprende, del modo en que aprende y de la finalidad de lo que aprende, es hacerlo responsable de sus capacidades en relación con el medio en el que habita y con las personas que convive. Por lo anterior, es fundamental que la enseñanza esté centrada en favorecer el desarrollo de la capacidad de aprender a aprender.
Ahora bien, es por esto por lo que se vuelve una tarea fundamental promover que el estudiante sea el testigo, el protagonista y el director de su aprendizaje, sea el agente del mismo y pueda “emprender acciones significativas e intencionales, y reconocer los derechos y deberes del individuo al tiempo que facilita que todos los miembros de la comunidad de aprendizaje expresen su opinión, realicen elecciones y asuman responsabilidades” ((ibo.org, s. f.). En otras palabras, es fundamental que se desarrolle la facultad de Agencia, y esto implica que el estudiante participe en la construcción, búsqueda, descubrimiento y expresión del conocimiento, para que sea capaz de enfrentarse a los retos que se le presentarán en los diferentes ámbitos de su vida (emocionales, económicos, políticos, biológicos, entre otros)
Es por lo anterior, que la agencia se convierte en el eje articulador del Programa de la Escuela Primaria IB (PEP), en la medida que permite comprender que la enseñanza y el aprendizaje son un proceso dialógico en el que se debe respetar la curiosidad, los intereses y la particularidad de cada actor, en la medida que tanto maestro como estudiante tienen experiencias de aprendizaje significativas para compartir y desarrollar. Así, la tarea del maestro es traducir en oportunidades de aprendizaje las indagaciones, los cuestionamientos y las exploraciones de los estudiantes; garantizar las condiciones para que se desarrollen. Por otro lado, el estudiante, no es un actor pasivo, sino que regula todo su proceso a través de estrategias que le permiten generar acciones tangibles que expresan el desarrollo de sus aprendizajes.
Es así como las comunidades de aprendizaje se organizan a partir de la agencia para estructurar sus procesos de enseñanza y aprendizaje, y de esta manera, permitir que el estudiante desarrolle su capacidad de elección, de participación y de acción en medio de un mundo que necesita de individuos capaces de resolver problemas cada vez más complejos, de afrontar cambios inesperados y de comprender la responsabilidad de sus acciones; individuos conscientes y capaces de aprender, y maestros capaces de escuchar, guiar, orientar y favorecer el aprendizaje.
Es en este contexto que KSI Bogotá impulsa a los estudiantes a ganar autonomía, participar en la toma de decisiones desde tareas tan sencillas como definir la organización del salón, elegir los monitores de clase de acuerdo con sus habilidades y destrezas, elegir los libros que se abordarán en cada periodo, planificar la manera de presentar actividades hasta el tema transdisciplinario a trabajar en la exhibición como es el caso de los estudiantes del último año del ciclo del PEP. El colegio es consciente que mantener el apoyo a las iniciativas de los estudiantes es la base fundamental para consolidar el aprendizaje entre pares y la confianza maestro-estudiante. La posibilidad que ofrece una perspectiva de este talente permite entre otras cosas el reconocimiento de cometer y resarcir errores a lo largo del proceso, donde profesores y estudiantes revisan los procesos, identifican objetivos, debilidades y fortalezas con la mirada puesta en un futuro escolar exitoso y cargado de un sentido humanista que propende por el bien común.
Conoce sobre este y otros importantes temas de esta gran institución ingresando a https://www.ksi-bogota.com
Bibliografía: ibo.org. (s. f.). EL ALUMNO EN LA VERSIÓN MEJORADA DEL PEP. https://resources.ibo.org. Recuperado 22 de octubre de 2021, de https://resources.ibo.org/pyp/topic/PYP-review-updates/resource/11162-46068?lang=es
NOTA: Colegio KSI Bogotá-Knightsbridge Schools International es una institución privada, ubicada en la ciudad de Bogotá, mixta, bilingüe, calendario B, fundada en 2012. Su lema “Be all you can be” – “Ser todo lo que puedas ser”, evidencia su creencia en la grandeza y capacidad de todos los seres humanos. Tiene como objetivo formar ciudadanos globales que se conozcan, sean felices, desarrollen proyectos de vida que les brinden satisfacción, y que aporten a la comunidad.
Por: Andrea Roa – Coordinadora de PYP