La orientación es un pilar fundamental en el sistema educativo, por esta razón siempre debe estar presente en la vida de los estudiantes, es una tarea que se debe compartir entre directivos y docentes de cualquier institución.
Los estudiantes, docentes y padres de familia, cuentan con el apoyo permanente del orientador escolar, a fin de propiciar condiciones eficaces de aprendizaje, teniendo en cuenta las dimensiones social, emocional, cognitiva y comportamental del estudiante, realizando un acompañamiento de forma integral en todo el proceso escolar, que incluyen
campañas preventivas y la ejecución de proyectos transversales.
¿De qué manera se debe hacer?
Siempre se debe hacer uso de diversas técnicas e instrumentos, pues los niños están en constante crecimiento y hacer repetitiva una actividad puede influir a la pérdida de interés en este acompañamiento, con herramientas de trabajo se debe afrontar la variedad y complejidad de problemas escolares a los que prestamos atención y aportamos soluciones legítimas y eficaces.
¿Cuál es el proceso correcto para brindar estas ayudas?
Evaluación inicial: La primera tarea que debemos ejecutar cuando solicitan de nuestro apoyo, es delimitar de qué tipo de “caso” se trata. Habitualmente los padres, profesores y estudiantes, suelen presentar los problemas de forma bastante parcial y es fundamental ahondar en las situaciones y los hechos con el fin de delimitar las principales coordenadas que inciden en cada caso. Para ello, utilizamos algunas técnicas que nos permiten recoger información, como por ejemplo, historial del estudiante, informes de datos sobre las personas que rodean al estudiante, todo esto es necesario para evaluar el problema y en consecuencia elegir el modelo de orientación a seguir y tratamiento oportuno.
Período exploratorio: Es importante conocer lo que está pasando el estudiante y cómo es la evolución, para comprender los posibles pronósticos y diagnósticos. Para ello se usan técnicas psicométricas, conductuales y sociométricas, todo esto para evaluar las siguientes áreas:
- Rendimiento académico y madurez general del estudiante.
- El dominio de las materias instrumentales y técnicas.
- Procesos del pensamiento y el lenguaje
- El mundo de los intereses, actitudes, valores y rasgos de personalidad.
- Los procesos de habituación y adaptación
- El análisis de anomalías y trastornos del aprendizaje.
Fase Predictiva: En un primer momento, debemos establecer qué es lo que queremos mejorar, puede ser en materias, ajuste emocional, cambios de conductas, etc. Por otro lado, cómo efectuar tal pronóstico, es decir, con base en qué datos y con qué criterios de referencia o validez.
Fase Orientadora: Una vez diagnosticada la situación, se debe dirigir a poner en práctica las medidas oportunas que posibiliten superar las dificultades que perturban el desarrollo normal del estudiante.
En el Gimnasio Toscana comprendemos y entendemos que la educación conlleva corresponsabilidades, por ello, es tarea de todos reportar y solicitar de una orientación escolar cuando detectemos alguna dificultad en el aprendizaje o a nivel socio-emocional en nuestros estudiantes, haciendo uso de todas las técnicas y pasos mencionados anteriormente para que nuestros estudiantes puedan contar con toda la ayuda necesaria para su desarrollo tanto en la institución como en su vida diaria.
Por: Colegio Gimnasio Toscana