Didáctica y pedagogía desde las emociones con fundamento en la neurociencia: Aplicaciones pedagógicas y didácticas dentro y fuera del aula (Entrega 7)

2. Aplicación pedagógica y didáctica como propuesta de solución

De acuerdo con lo expuesto, con respecto a la aplicación de las emociones en el aula y fuera de ella, en plan educativo y didáctico, surgen, al menos, tres preguntas:

1)- ¿Qué emociones “positivas” debe propiciar y promover el docente en sus estudiantes para facilitarles un mejor aprendizaje? En otras palabras, ¿Cómo un docente debe aplicar en concreto calidez humana, buen ánimo, cooperación y sorpresa, motivación, etc., para mejorar aprendizajes académicos, convivenciales y, a la vez, una gran autoestima?

2)- ¿Qué emociones “negativas” debe evitar producir el docente en sus estudiantes durante el desarrollo de la clase, para no afectar negativamente su aprendizaje?

3)- ¿En caso de que un estudiante llegue al salón con una emoción negativa, o se produzca algún tipo de emoción negativa dentro del desarrollo de la clase, cómo ayudarlo y orientarlo? 

Las siguientes propuestas de solución se apoyan principalmente en los resultados de investigación, dentro y fuera del aula, desarrollados por investigadores médicos, neurocientíficos, psicólogos del aprendizaje y algunos pedagogos, incluyendo mi experiencia como docente, orientador e investigador.

La mayoría de parámetros que a continuación se indican, se apoyan en lo expuesto en las entregas anteriores; la mayoría son mencionados por la médica y neuróloga Marta Liogiz (Op. ci), como también por la experiencia didáctica y pedagógica del autor de este trabajo.

2.1. ¿Qué emociones “positivas” debe propiciar y promover el docente en sus estudiantes para facilitarles un mejor aprendizaje? En otras palabras, ¿Cómo un docente debe en concreto propiciar y promover emociones positivas bajo parámetros de calidez humana, buen ánimo, cooperación y sorpresa, motivación, etc., para mejorar aprendizajes académicos, convivenciales y, a la vez, una gran autoestima? 

2.1.1.  El aprendizaje se logra mejor si está acompañado de la emoción de estarse divertiendo. Tomemos, por ejemplo, a manera de juego,  lo relacionado con analizar las propiedades físicas del viento).

2.1.2. El aprendizaje se logra mejor si está acompañado de la emoción de algo novedoso, o nuevo para los estudiantes; por ejemplo, el tema novedoso de construir robots para ayudar a realizar un determinado oficio o propiedad.

2.1.3. El aprendizaje se logra mejor si está acompañado de la emoción por la curiosidad en algo que va a suceder al final de la clase; por ejemplo, una felicitación y reconocimiento de sus compañeros.

2.1.4. El aprendizaje se logra mejor si está acompañado de la emoción de cooperación en equipo; por ejemplo, para cantar una canción.

2.1.5. El aprendizaje se logra mejor si está acompañado de la emoción y la motivación por aprender algo que le sirve para la vida, por ejemplo, el aprender a realizar una medición de la cancha de basquetbol.

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