Según el último censo adelantado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE-, en Colombia hay 15.454.633 niños, niñas y adolescentes que representan el 31.03 por ciento de los habitantes del país.
De acuerdo con información del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, más conocido como UNICEF, en América Latina y el Caribe viven alrededor de 188 millones de niños, niñas y adolescentes, población que actualmente es excluida con barreras a servicios sociales; y de esta cifra, el DANE informó que tan sólo durante el 2021 cerca de 523.000 menores de entre los 2 y 17 años se vieron forzados a trabajar, negando así su derecho inalienable a vivir su infancia.
Precisamente, para construir un futuro más sostenible e inclusivo para niños, niñas, jóvenes y adolescentes, la organización Bethany Christian Services viene adelantando un trabajo humanitario que tiene por objetivo establecer dinámicas en el trabajo familiar y comunitario para generar espacios de alternancia a través de escenarios individuales, sociales, económicos y culturales. Donde a través del proyecto Rossie, entrega bonos alimentarios, a través de tarjetas durante todos los meses del año, entendiendo las características y necesidades de las familias.
De esta manera, la organización ha brindado apoyo para fortalecer los derechos de estos menores de edad, permitiendo gozar plenamente de sus derechos en entornos seguros. Es así como charlas y espacios psicosociales en donde las familias pueden entablar diálogos que permitan romper tensiones que pueden estarse generando debido al día a día de las familias.
Sobre esto, Luz Alcira Granada, directora de programas de Bethany Colombia indicó que “Para Bethany, los derechos de los niños son un medio fundamental por el cual se fomentan espacios de dignidad y seguridad en entornos familiares. En ese orden de ideas, parte de las ayudas humanitarias que se dan crean posibilidades en cuanto a acercamiento en derechos; y los espacios generan acercamientos en cuanto a términos y ejecuciones que dan pie para que los niños se identifiquen como sujetos de derechos y sus padres, madres y/o acudientes se auto reconozcan como protectores y promotores de los derechos”.
Frente a esto, argumentos como velar por el aprendizaje de los niños, garantizar el acceso a servicios de salud, proteger la salud mental de los niños, impedir la pobreza infantil y redoblar esfuerzos para apoyar a niños y familias se convierten en los seis pilares que determinan un plan para salvar a los niños, de acuerdo con un estudio adelantado por Unicef.
Como parte de fortalecer los derechos de los niños, Bethany ha puesto en marcha una estrategia para garantizar un acompañamiento territorial a esta población a través de alternativas como localización geográfica, caracterizaciones demográficas, contexto
económico y diagnóstico cultural de los territorios.
Asegurando que, con su presencia y acompañamiento en territorios como Cúcuta y Bogotá promueven que menores de edad estén lejos de situaciones donde se vulneren sus derechos, y se enfrenten a condiciones de mendicidad y trabajos forzados, también, gracias a su reciente presencia en el territorio de Arauca, también mantiene lejos a estos niños, niñas y jóvenes alejados de la guerra y que puedan caer en el reclutamiento de grupos al margen de la ley.
Paralelamente, La iniciativa ‘Niñez ya’, publicó un informe sobre el panorama de los menores de edad en Colombia, el cual resalta que 6 de cada 10 niños viven en condiciones de pobreza monetaria extrema. Para contrarrestar esta coyuntura, Bethany cuenta con medios formativos que permiten el diálogo intercultural, esto hace posible que los saberes se compartan y se busque la eliminación de ámbitos de discriminación. A su vez, las capacitaciones, charlas y talleres que se le dan a la población, contribuyen a fortalecer los lazos familiares y comprender la importancia de espacios seguros para los niños, niñas y adolescentes.