Neuromitos en la Educación: Su influencia en el aula y en los padres de familia (15ª. Entrega)

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En el siguiente artículo encontrarás la verdad acerca del funcionamiento del cerebro, las tareas que ejecuta y los estudios que se han realizado al respecto.

Mito 64: La educación pide un trabajo duro y seriedad, si se quiere lograr un aprendizaje eficiente. No es cierto. En otras palabras: es la creencia de que “La letra con sangre entra” no solo en sentido físico, sino también referido a maltrato psicológico. No es aceptable; pues el aprender se facilita cuando involucramos emociones positivas, o lo que nos produce satisfacción, cuando logramos estar motivados, bien sea por otras personas o por nosotros mismos, cuando encontramos novedad; hay buen trato y se es tenido en cuenta; es decir, cuando logramos que nuestro cerebro se sienta bien mediante la producción de neurotransmisores como la dopamina, la endorfina, la serotonina, entre otras. Sobre este aspecto, la neuroeducadora Marta Liogiz (2017, p. 109) no dice: “Durante mucho tiempo se pensó que “La letra con sangre entra”, entendiéndose el castigo y la férrea disciplina como un método educativo para “controlar” o “domesticar” a los niños y jóvenes. Se creía que de esa manera aprendían mejor y aumentaba su atención. El miedo era un elemento esencial y se contemplaba como algo eficaz. Se le ha dado también mucha importancia a metodologías en las que prima el proceso racional y lógico, la seriedad y el control como elementos básicos”. Y más adelante (p. 110): “Las investigaciones en neurociencia y educación demuestran que el proceso de aprendizaje es mucho más efectivo y rico cuando combinamos calidez humana, emociones, buen ánimo, cooperación y elementos sorpresa”. Y más adelante (p. 113): “La producción de dopamina aumenta con el buen trato, el respeto y el afecto hacia los demás, así como con la cooperación y el sentimiento de pertenencia y la superación de obstáculos. Aumenta también con el apoyo y la confianza, con metodologías creativas que permitan nuestra participación con métodos novedosos o que estimulan las capacidades y los valores intrínsecos”; también afirma (p114): “Las emociones son esenciales, son el “pegamento” del aprendizaje, el cemento de nuestros recuerdos; los consolidad. Un aprendizaje neutro, sin emociones, será superficial y poco duradero”.

Mito 65: Cada persona tiene un estilo de aprendizaje favorito: auditivo, kinestésico, o visual, por lo cual, si la información que recibimos se ajusta más a nuestro estilo, aprendemos mejor. No es cierto, porque no hay evidencia científica sobre esto, si se tiene en cuenta que, de hecho, en los aprendizajes, todos los sentidos intervienen de alguna manera; además, no solo los sentidos, también las emociones, y otras variables, como motivación, intereses personales, etc. Por el contrario, entre más participen los sentidos y las emociones favorables, más y mejores aprendizajes se logran. Al respecto, el neuroeducador Jesús Guillén (2017, pp. 36-37) afirma: “Todos estos sentidos intervienen en el aprendizaje, pues nos aportan información que permiten a nuestro cerebro asociarlas con emociones y vivencias de pasado”; y más adelante (p. 37): “En el aula, donde los alumnos muestran diversas capacidades, intereses y conocimientos que inciden directamente en su forma y en su ritmo de aprendizaje. Así pues, es absolutamente natural que unos aprendan a leer más rápido, que otros sean capaces de resolver problemas matemáticos con mayor facilidad, o que otros se les dé mejor jugar al fútbol; todas ellas son manifestaciones distintas de los talentos individuales que pueden cultivarse”.

Mito 67: Gracias a los movimientos que se realizan según el Brain Gym, o Gimnasia cerebral, se adquiere toda una serie de habilidades básicas que mejoran el funcionamiento cerebral y facilitan el aprendizaje. No es cierto. Nos referimos a lo que el neuroeducador Jesús Guillén (2017, pp. 184-192) afirma, refiriéndose en concreto al Brain Gym, programa desarrollado por Paul y Gail Denninson, que se apoya en la teoría de Doman – Delacato, y en las investigaciones del médico Samuel Orton, teorías que aún no han sido comprobadas científicamente. Al respecto Guillén (2017, p. 192) afirma: “La Academia Norteamericana de Pediatría, en diferentes comunicados (1998, 2009 y 2011) ha desacreditado este tipo de entrenamiento. Según los estudios aportados por la propia academia, los defectos oculares no son los causantes de que el niño pueda invertir letras, palabras o números. No hay evidencias empíricas que respalden la idea de que existe una relación entre los trastornos visuales y la dificultad en la lectura, por lo que las terapias que utilizan, el entrenamiento visual optométrico, los ejercicios de músculos oculares, los movimientos de rastreo o lentes de colores carecen de base científica”. Y más adelante (p. 194): “El intento de justificar la utilización del programa basándose en el relato de experiencias personales exentas de toda objetividad y análisis crítico, resulta insuficiente”.

BIBLIOGRAFÍA
– FORÉS, Anna y Hernández, Teresa (2017). “Rutinas y asombros. ¿Aprendemos solo de la novedad?” (pp. 49-60). En Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la neurociencia. 3ª. ed., Plataforma Edit., Barcelona. (1ª. ed. 2015).
– FORÉS, Anna y Trinidad C, Carme. (2017). “Más es menos. Cuantas más horas estamos en la escuela, ¿Más aprendemos?” (pp. 95-107) En Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la neurociencia. 3ª. ed., Plataforma Edit., Barcelona. (1ª. ed. 2015).
*Ilustración tomada de:
GOOGLE.com.co/search?source=univ&tbm=isch&q=ilustraciones+sobre+la+letra+con+sangre+entra+libres+derechos+de+autor&sa=X&ved=
– GUILLÉN, Jesús (2017). “¿Y si Piaget se equivocara con las matemáticas?” (pp.73-93). En Neuromitos en educación. El aprendizaje desde la neurociencia. 3ª. ed., Plataforma Edit., Barcelona. (1ª. ed. 2015).

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Especial para Revista Edu.co
Por:
Jesús Gúttemberg Bohórquez C. (GIMNASIO LAS PALMAS)
Educador e investigador. Escritor educativo y de aprendizajes
Lic. Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia
Postgrado de Especialización Seminario Andrés Bello, Bogotá
Postgrado Univ. de Augsburg (Alemania)
Exinvestigador del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá
Exinvestigador del Sprachenzentrum, de la Univ. de Augsburg
Cofundador de la Universidad S. Martín. Bogotá.
Rector Fundador del colegio Gimnasio Las Palmas y de Cetincol S.A.S., Bogotá