Techos y muros para respirar

Pensar en “¿Qué podemos hacer para tener una ciudad más saludable?” es algo que nos inquieta a muchos.

¡Bien! ¿Pero, realmente sabemos qué debemos hacer para tener una ciudad donde el aire este más limpio, donde tengamos más aves y polinizadores rondando por el aire, donde se sienta un ambiente fresco y no el bochorno que nos produce estar en lugares congestionados?, ¡es más! hemos pensado ¿qué otras cosas en nuestro hábitat pueden realmente mejorar nuestro estado emocional?

Actualmente existen muchas propuestas por parte de interesados, activistas, gobierno y entidades privadas en la creación de estrategias de índole educativo para poder tener un ambiente más saludable, y eso es perfecto. Quienes están en formación ahora, serán los tomadores de decisiones de mañana, sin embargo, la ciudad no espera, el aire contaminado cada día invade más el horizonte, vemos menos aves circundando por el cielo, el estrés producido por zonas duras, grises y sin aire fresco crece y el afán incontrolable por salir a buscar “el verde” que tanto anhelamos, va en aumento.

Es aquí donde nos preguntamos ¿qué podemos hacer hoy para cambiar nuestro ambiente o qué podemos hacer para que la ciudad no termine siendo un caos y todos tengamos problemas respiratorios a causa de la contaminación o niveles de estrés tan altos que generen una cadena de enfermedades no reversibles?

La respuesta ya existe y está comprobada, simplemente es traer más verde a la ciudad. Las plantas, por excelencia, son esos pulmones de la naturaleza que limpian el aire y capturan material particulado (partículas en el aire producidas por agentes contaminantes como el humo de las industrias, el carbono de los carros que a nuestra vista no es perceptible pero se aloja en los pulmones causando graves enfermedades respiratorias), además, atraen a nuestros viajeros del aire, bajan las altas temperaturas producidas por la captación de rayos solares en superficies duras y, a través del proceso de la evapotranspiración, recogen agua lluvia y la devuelven al ambiente en un aire más oxigenado y, por qué no, más puro y fresco.

Sin embargo, se dice que ya tenemos parques, árboles, cerros orientales y rondas de río, por lo que no tenemos espacio para construir mas; pero la realidad es que sí hay un cómo. Tenemos miles de metros cuadrados en los techos de los edificios y casas, y más aún, en muchísimos muros de edificaciones ya construidas, ¿por qué no usar estas superficies y tapizarlas de verde? así fortalecemos el sistema ecológico de la ciudad, creando áreas de soporte y nuevas centralidades donde los ciudadanos podamos estar en un área fresca, acogedora y limpia.

Es el momento idóneo para traer más naturaleza a nuestras calles y edificio a través de la construcción de techos y muros verdes, y, aunque sabemos que su aspecto es realmente hermoso y atractivo, hay un fondo más importante y es su capacidad de limpiar y producir más oxígeno disminuyendo las islas de calor urbanas. Es momento de transmitir la importancia que tienen espacios para las personas y no solo edificios para la ciudad; es momento de pensar una manera diferente de construir ciudad.