2. Recomendaciones de neurocientíficos y neurobiólogos en cuanto al apoyo de aprendizajes de los niños y niñas desde muy temprana edad.
Desde el seno materno, el niño adquiere algunos aprendizajes, como el identificar la voz de la madre, o sonidos frecuentes, como una melodía que la madre escucha; y una vez nace, su cerebro está listo para aprender. En este sentido, hay muchos otros neurocientíficos que recomiendan enseñarles a los niños a leer desde muy temprana edad, por ejemplo, la científica e investigadora del aprendizaje, de la Universidad de Washington, Patricia Kuhl (216, p. 28), experta en el estudio del cerebro de los bebés, quien afirmó recientemente en una visita a Colombia:
“El cerebro está listo para empezar a aprender/…/ desde el nacimiento. Los primeros 5 años de vida son la etapa más importante para el desarrollo cerebral. Los niños necesitan más de lo que les estamos brindando hoy. El cerebro necesita oportunidades de aprendizaje, y los padres deben comprender y propiciar eso”; y más adelante (p. 28): “En consecuencia, el cerebro humano tiene también la capacidad natural para aprender a leer desde muy temprana edad, lo cual le permite al niño descubrir un mundo para explorar en conocimientos, para conocer más y mejor, para aprender muchas cosas a través de la lectura, desde luego, con enorme ventaja sobre los niños de la misma edad que no saben leer”.
Las científicas neurólogas Sarah-Jane Blakemore y Uta Frith (215, p. 71), a quienes ya hemos mencionado, en la Entrega 1 de este artículo, apoyan el dar a los niños muchas oportunidades de aprendizaje en todas las edades: “Hay que disfrutar de oportunidades de aprendizaje en todas las edades. Los entornos precarios nunca son buenos para el cerebro”. Por consiguiente, enseñarles a leer desde muy temprana edad es muy recomendable.
Por otra parte, el investigador y profesor de bioingeniería de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, y director del Centro del cerebro para el aprendizaje aplicado a la investigación de la Universidad de Seattle Pacific, Jhon Medina (2011, p. 24), dirigiéndose a los padres de familia afirma: “/…/ lo que hagan los padres en los primeros cinco años de vida de su hijo influirá profundamente en la manera como éste se comporte cuando sea adulto”; y más adelante (p. 116): “Hay aspectos de la inteligencia que se verán profundamente influenciados por el entorno, sobre todo por lo que hagan sus padres”.
Hoy, en el S. XXI, afortunadamente, la creencia sin fundamento científico, de que los niños y niñas, a muy temprana edad, no se les debe inducir a aprender contenidos académicos y menos a aprender a leer, porque su cerebro todavía es muy pequeño, y eso sería forzarlos, por lo cual, lo que se debe apoyar es a que jueguen, socialicen, adquieran motricidad gruesa y fina, afortunadamente este mito ya empezó a perder aceptación en algunos medios socioculturales y académicos, gracias a los resultados científicos y aportes especialmente de neurólogos que se han dedicado a estudiar e investigar el cerebro humano, como, por ejemplo, además de los ya mencionados: Anne Marie Treisman, Michael Posner, David Mayer, Rene Marois, Walter Schneider, Steve Petersen y Rodolfo Llinas, entre muchos otros).
En países como EE UU y la Gran Bretaña, a raíz del aprovechamiento de los resultados de las investigaciones de la Neurociencia, desde hace ya algunos años, iniciaron una nueva estructuración curricular con el fin de enriquecer la experiencia de los niños pequeños, incluyendo el inicio de estudios sobre idiomas, matemáticas avanzadas, lógica y música, ojalá lo antes posible; de igual manera, los colegios Montessori, desde hace años, se preocupan porque los niños sanos e incluso con problemas cognitivos, aprendan a leer desde los 3 años de edad.
En Gran Bretaña, los niños desde temprana edad van al preescolar, para iniciar procesos de aprendizajes en diferentes áreas, y para desarrollar destrezas emocionales, sociales y cognitivas.
También hay muchos otros autores, que recomiendan enseñarles a los niños a leer desde muy temprana edad, por ejemplo, el doctor O. K. Moore, de la Universidad de Yale, y el médico de la Universidad de Pensilvania, doctor Glenn J. Doman, creador del método global para enseñar a leer, que lleva su nombre: método Doman, especialmente a través del Institutes for the Achievement of Human.
Referencias bibliográficas
BLAKEMORE, Sara-Jayne, y Uta Frith. (2015). Cómo aprende el cerebro. Las claves para la eucación. Edit Planeta, 3ª. Reimpresión, julio de 2015. (Título original The learning brain, 2005).
KUHL, Patricia Katherine. (2016). “Todos los niños tienen el potencial de aprender”, en Revista Semana, Serie Educación Bogotá, agosto.
MEDINA, John (2011). Los 12 principios del cerebro. Una explicación sencilla de cómo funciona para obtener el máximo rendimiento. Bogotá. Edit. Norma.