prevenir-el-suicidio-bogota

Tomada de: https://periodistas-es.com/

¡El suicidio es una realidad, hablemos del tema!

Comparte este artículo

El suicidio es una realidad y no puede manejarse más como un tabú.

Hoy en día, conocemos testimonios de familias donde llegó sin que se dieran cuenta y les cambió la vida. Sus historias, lejos de pretender escandalizarnos, buscan darnos una voz de alerta ante un asunto que puede estar presente en todas las etapas de la vida y en todos los estratos sociales.

Es complejo de abordar

A pesar de que objetivamente sea lo único seguro que tenemos en la vida, culturalmente no se asimila con naturalidad el hablar acerca de la muerte y menos cuando llega de esta manera.

Si, el tema da para el amarillismo más denigrante que manejan algunos medios de comunicación y sí, hablar de suicidio en los colegios puede dañar una reputación construida por años en una institución, avergüenza a las familias y siempre nos causará escozor. Pero nuestra responsabilidad como padres o educadores nos hace pensar: ¿No es peor hacernos los de la vista gorda ante un riesgo al que nuestras propias familias podrían estar expuestas?

Contextualización

Si el suicidio ha existido desde tiempos remotos en todas las culturas de la humanidad ¿por qué solo hasta ahora se ha identificado como un problema social?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona comete suicidio en el mundo; en Colombia diariamente se suicidan, en promedio, 7 personas.

Durante 2018 se presentaron 28.615 casos de intento de suicidio -un promedio de 78 diarios-, 10,9 por ciento más que en 2017. Las cifras oficiales señalan que el 73,5% de los casos se presenta en personas entre los 10 y los 29 años, y el 63,4% en mujeres; una cifra lo suficientemente alta como para empezar a indagar qué está sucediendo para que más jóvenes hayan decidido quitarse la vida.

Es crucial hacer conciencia y entender que tenemos una responsabilidad con nuestros niños y jóvenes. Tenemos que encontrar las causas y todas las situaciones que conllevan a este triste desenlace para saber qué hacer y cómo actuar frente a este fenómeno que ya es considerado de “salud pública”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 4 personas ha sufrido alguna clase de trastorno mental o neurológico en algún momento de su vida. En Colombia, según el último Estudio Nacional de Salud Mental, los trastornos de ansiedad son los de mayor prevalencia dentro de la población general con cifras que alcanzan el 19.3%.

Es importante recalcar que en Colombia existe la Ley de Salud Mental 1616 de 2013 que garantiza el derecho a la salud mental de los colombianos a través del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Lo que se debiera traducir en atención oportuna y digna, lo cual nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿Qué tanto estamos usando la red de ayuda existente?

Hablemos de riesgos reales…

Lo primero a lo que nos enfrentamos cuando tratamos de aterrizar el suicidio a nuestra realidad, nuestro entorno, es entender ¿Cómo se llega a ese punto?, ¿Cuál es el verdadero riesgo de que una idea suicida o un intento de suicidio llegue a nuestra familia?

En general cuando se evalúan las causas de suicidios consumados o intentos suicidas se encuentran antecedentes o síntomas de depresión clínica. A esta depresión generalmente se suma algún evento vital estresante, que se convierte en el detonante para cometer el acto suicida.

Entre estos eventos los más comunes son las peleas o dificultades con los padres o familiares cercanos, separación de los padres, rompimiento con el novio(a), peleas con amigos, dificultades escolares, cambio de casa o de escuela, entre otros.

Como se ve, estos son problemas cotidianos que pueden sucedernos a todos, por eso a continuación citamos parte del contenido del Kit de Prevención del suicidio infantil y juvenil de las instituciones “RedPaPaz” y la “Corporación Buscando Ánimo”, que con esta serie de preguntas nos permite identificar si puede haber señales de riesgo en nuestra familia, al darse alguna o varias de estas situaciones:

  1. Existe un intento previo de suicidio.
  2. Presenta ideas de suicidio que hace evidentes en amenazas verbales o escritas. Estas amenazas hay que tomarlas siempre en serio.
  3. Se queja de ser “malo” o de sentirse “abominable”.
  4. Lanza indirectas como: “no les seguiré siendo un problema”, “nada me importa”, “para que molestarse” o “no te veré otra vez”.
  5. Entrega las pertenencias más preciadas a otros.
  6. Presenta cambios en los hábitos de sueño: dormir poco o dormir en exceso.
  7. Presenta cambios en los hábitos alimenticios (episodios de inapetencia o de comer en exceso).
  8. Se retrae socialmente: Se aparta de sus amigos, familia o de sus actividades convencionales.
  9. Actúa de manera violenta, presenta comportamiento rebelde, desmotivado o se escapa de casa.
  10. Usa y/o abusa de sustancias psicoactivas, incluidos alcohol y cigarrillo.
  11. Descuida su presentación personal o hábitos de aseo.
  12. Presenta cambios pronunciados de estados de ánimo (parece triste, aislado, irritable, ansioso, cansado, indeciso o apático).
  13. Tiene dificultades para concentrarse y eso se traduce en aburrimiento persistente y deterioro en la calidad de su trabajo escolar.
  14. Presenta quejas frecuentes de dolores físicos, tales como dolores de cabeza, de estómago y fatiga, asociados con su estado emocional.
  15. Presenta anhedonia: Pérdida de interés en sus pasatiempos y otras distracciones o en las cosas que anteriormente le generaban placer y satisfacción.
  16. Presenta anergia: Pérdida de energía vital. Se le nota cansado, abatido, aburrido.
  17. Poca receptividad o rechazo a los elogios o premios.
  18. Ha pasado recientemente por un evento desencadenante de pérdida: Un cambio drástico en su vida o una pérdida de un ser querido (ya sea por causa de muerte, divorcio, separación o relación fracasada).
  19. Tiene un bajo nivel de autoestima (no siente que tiene valor alguno, sentido de culpabilidad desmedido u odio hacia sí mismo).
  20. Falta de esperanza: Carencia de expectativas sobre el futuro (siente que nada va a mejorar, que nada cambiará) o percepción fatalista sobre el futuro.
  21. Presenta inquietud persistente por música, arte o reflexiones personales alusivas a la muerte o a la idea del suicidio.
  22. Se pone muy contento después de un período de depresión sin una explicación justificada de dicha recuperación.

Según este cuestionario es relevante tener en consideración que estas situaciones, para que realmente se puedan considerar como un factor de riesgo, se deben presentar por un lapso de tiempo superior a un mes y además, deben ser consistentes con algunos de los criterios para el diagnóstico de un episodio depresivo; de ser así, deben ser tratadas como tal.

¿Cómo debemos actuar ante el riesgo de ideación o intento de suicidio?

Para hablar de la realidad del Suicidio hablamos con Leonardo Aja, quien desde la “Corporación Buscando Ánimo” lidera programas de Prevención del Suicidio y la Adicción a las drogas.

La Corporación trabaja desde 3 frentes diferentes: Prevención, Investigación y Atención a personas y familias.

En cuanto a la prevención, la idea es, como su nombre lo indica, prevenir la idea, evitar que aparezca o hacer que desaparezca y por eso es tan importante trabajar con los colegios en programas que aporten los recursos y herramientas para la construcción de valores, sentido de pertenencia y una sana autoestima.

Existe un protocolo a seguir en el tratamiento y aunque aún hay mucho por hacer en materia de la compilación de información en las diferentes estancias del proceso, es importante que pasemos por encima de diferentes mitos acerca del suicidio y empecemos a actuar de manera proactiva y oportuna.

Uno de los mitos más comunes es pensar que el adolescente que hable de suicidio solo lo hace para desahogarse, eso es un error, 1 de cada 2 adolescentes que han concretado un hecho suicida lo han hablado previamente con alguien.

Sin embargo, es importante entender que hay diferentes niveles de diagnóstico pues cuando alguien está en un punto de “depresión mayor” o ha traspasado el punto de “no retorno” es muy posible que “nadie” pueda cambiar la situación. El caso que nos compartió, en el periódico El Tiempo hace unos días, la madre de “Santiago” nos habla de esa situación: Un muchacho de 22 años que comenzó con ideas suicidas desde un año atrás, tuvo el tratamiento y atención adecuada y la atención de sus padres, pero llegó a lo que en psicología se llama “momento plano” y finalmente sólo logró su tranquilidad cuando tuvo la convicción de morir y lo llevó a cabo.

Sofía es la madre de Santiago y el mensaje, que desde su dolor nos comparte, es que las familias en las cuales alguno de los padres es ausente, indiferente, arrogante o no demuestra el afecto por sus hijos, definitivamente se encuentran en un riesgo mayor.

Consejo final

Después de indagar el controversial tema del suicidio y haber entrevistado a Leonardo Aja, consideramos que ninguna acción que se tome por el bienestar emocional estará de más, no somos profesionales idóneos para manejar un tema tan complejo en casa, por eso hay que recurrir a los profesionales y entidades dispuestos a ayudarnos.

Las líneas de atención en crisis, son servicios telefónicos que prestan diferente clase de ayudas. En Colombia, estos son algunas de las entidades que ofrecen dicho tipo de asistencia:

  1. Línea Nacional Ministerio de la Protección Social y Naciones Unidas: 01 8000 113 113
  2. Línea Nacional del ICBF: 01 8000 91 80 80
  3. Número único de seguridad y emergencia: 123
  4. Línea de los Niños (Bogotá, Cali y Medellín): 106

Bogotá:

Teléfono de la Esperanza (571) 3 23 24 25
Phono Ayuda del Minuto de Dios (571) 5 87 44 40

Medellín:

Secretaría de Salud de Medellín (574) 4 44 44 48
Teléfono de la Esperanza (574) 2 84 66 00 ó 2 84 54 34

Barranquilla:

Teléfono de la Esperanza (575) 3 72 27 27

Para finalizar, es primordial manifestar la importancia que tiene para nosotros que nuestros hijos existan, lo importante que es su vida, que lo sepan y lo sientan realmente, y definitivamente es nuestra responsabilidad enseñar con ejemplo el ¡Amor por la vida!

1 de cada 2 adolescentes que han concretado un hecho suicida lo han hablado previamente con alguien.

Redacción Revista Edu.co