Disciplina Positiva: 4 claves para una crianza respetuosa en familia

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La metodología de la Disciplina Positiva permite a los padres de familia educar a sus pequeños desde la firmeza, cariño y respeto mutuo entre adulto y el niño. Su principal objetivo es permitirle a mamá y papá orientar y apoyar cuando sea necesario, al mismo tiempo que pueden alentar a sus hijos a ser responsables y capaces. Acompáñanos a conocer los 4 pilares de esta metodología de la mano de Mariana Molano, psicóloga del Colegio Jefferson:

Democracia familiar: La disciplina positiva, tiene como base la dignidad y el respeto, ya que plantea la horizontalidad de las relaciones. En ese sentido, comúnmente las familias presentan esquemas jerárquicos donde siempre hay alguien por encima del otro. En esta metodología, se busca una igualdad de condiciones para todos guiada por un liderazgo por parte del adulto que sostiene el límite sin invalidar las necesidades, sentimientos o procesos personales de los niños o adolescentes. Lo primero que deben hacer los tutores es reconocer cuáles son sus necesidades y lo segundo es entender las de sus hijos. Como tercer paso, comprender que juntos son un equipo tratando de generar estrategias para el bienestar de la familia y finalmente, establecer acuerdos, los cuales se construyen con lo que consideremos es lo mejor para todos los miembros del núcleo familiar

Soluciones y no problemas: Esta metodología educativa se centra más en soluciones que en consecuencias. Cuando nos enfocamos en lo que está mal y en el castigo, motivamos a los niños a ver lo negativo constantemente, por eso existen adolescentes que parecen insatisfechos todo el tiempo y pasan su vida viendo siempre el vaso medio vacío.

Comprender para entender: Los estilos educativos en general no buscan comprender al niño sino corregirlo. Sin embargo, en el proceso pasan por alto lo que realmente está llevando al niño a actuar de esa manera. La disciplina positiva les da a las padres herramientas para entender la razón de cada comportamiento y cómo establecer procesos para permitirle al propio menor gestionar sus emociones y encaminarlas asertivamente.

Guía en el camino: La disciplina positiva plantea que los seres humanos tenemos dos necesidades principales: la de pertenecer y la de sentirnos importantes. Todos constantemente buscamos suplir estas dos necesidades. Sin embargo, muchas veces los niños no saben cómo hacerlo, teniendo como resultado comportamientos negativos y disruptivos. Es entonces la labor del adulto poder acompañarlos durante ese proceso para ayudarlos a entender las emociones que los habitan y cómo manejarlas. Como adulto, una estrategia a implementar podría ser integrar al niño en las decisiones que se van a tomar para que él se sienta valorado, tenido en cuenta e importante frente a lo que concierne a su propia vida.

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Especial para Revista Edu.co
Por: Colegio Jefferson (Cali)