¿Cómo podemos aportar desde el juego al desarrollo de habilidades de los niños?

El juego es el primer acto creativo del ser humano y comienza cuando el niño es bebé, a través del vínculo que se establece con la realidad exterior y las fantasías, necesidades y deseos que va adquiriendo (1). Según Vygotsky, el niño ve la actividad de los adultos que lo rodea, la imita y la transforma en juego y a través del mismo adquiere las relaciones sociales fundamentales.

Así mismo, el juego en los niños permite el desarrollo de una serie de habilidades sensoriales y motoras tales como la ubicación del cuerpo con relación al espacio; el reconocimiento de las partes del cuerpo; el equilibrio; el control corporal; la coordinación de sus movimientos; la fuerza y la resistencia muscular, entre otros. De ahí la importancia, de generar espacios de juego libres o dirigidos, individuales o grupales en donde los niños pongan a prueba su cuerpo frente a diferentes retos.

Muchas veces nos hemos preguntado el por qué los niños en el pasado mostraban mayores habilidades en su desarrollo motor y esto puede responder a múltiples factores como a un mayor tiempo de exposición a espacios abiertos donde los niños creaban y recreaban sus propios juegos usando materiales reciclables o simplemente realizando juegos tradicionales como atrapados, la pastillita, la golosa, el trompo, las escondidas, las piquis, etc. Otro factor que ha incidido significativamente en este desarrollo motor es el cambio en cuanto espacios de vivienda, que anteriormente al ser más amplias favorecían el movimiento y la imaginación. Por último, la transformación de los juguetes posibilitaba no sólo el uso de las manos sino también el uso de la totalidad del cuerpo.

Es por esto, que queremos resaltar la importancia del juego como mediador del desarrollo de los niños e invitarlos a compartir sus experiencias de juego con sus hijos, recuperando los juegos tradicionales que tanto aportan al crecimiento personal, social y corporal. De igual manera, sugerimos abrir espacios de tiempo en el que puedan jugar con ellos, disfrazándose, construyendo cuevas donde puedan entrar y salir de ellas y objetos con diferentes materiales, juegos de actuación, competencias donde salten, corran, trepen, gateen o se arrastren, pinten con diferentes partes del cuerpo, e involucrarlos en actividades de la vida diaria en forma divertida como hacer arepas, galletas, ensaladas o postres, coser, alistar la mesa, servir el jugo, hacer tarjetas… Estos y muchos otros juegos seguirán aportando en el desarrollo de las habilidades de los niños y por ende en su proceso de formación integral.

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NOTA: El Colegio San Bartolomé La Merced es una institución de carácter privado, ubicado en la ciudad de Bogotá, bilingüe, mixto y calendario B, fundado en 1941. Tiene como objetivo formar y acompañar para la excelencia humana, desde una propuesta educativa orientada a la formación integral en la construcción de una sociedad justa y en paz, a través del compromiso social y ambiental, en coordinación con las obras de la Compañía de Jesús.