Es común encontrarse con opiniones que refieren con gran obstinación que al jugar no se aprende, que mantener el control sobre los niños es una manera de garantizar la tranquilidad del adulto y el aprendizaje de ellos, imponiendo horarios estrictos y actividades dirigidas que buscan resultados específicos.
Pero en Cumbres JUGAR es asunto serio:
Jugar refleja la perseverancia que caracteriza la inocencia de un niño y demuestra el disfrute implícito en su capacidad de asombro.
Jugar es encontrar soluciones a problemas cotidianos, es negociar con otros para llegar a acuerdos, es disfrutar lo que se hace, es volverse un verdadero estratega que idea, planea, argumenta y ejecuta con persistencia.
Los primeros años son muy importantes y con el estímulo preciso a temprana edad, el cerebro forma conexiones neuronales que se ven potenciadas por entornos apropiados, afectuosos y protegidos, en el contexto de una colaboración de cuidados afines y lúdicos que incrementan lazos de unión y vínculo seguro, contribuyendo así al desarrollo emocional tangible.
El aprendizaje basado en el juego sigue teniendo una importancia trascendental, aunque en ocasiones se descuida en favor de enfoques educativos centrados en objetivos académicos. En Cumbres este período de aprendizaje activo está basado en el juego y puede transformar las experiencias educativas de los niños y fortalecerlas a tal punto que su motivación obtiene sorprendentes resultados en la enseñanza.
Nuestro programa preescolar se concentra en el apoyo al aprendizaje comprensible para los niños, se mide en entornos organizados y se fundamenta en interacciones con otros. Para el desarrollo de competencias propias de la etapa y la introducción a los primeros conceptos de lectoescritura, matemáticas y preparación para la vida.
Resulta básico en los primeros años propiciar entornos pedagógicos que fomenten el entusiasmo al aprendizaje derivado de actividades Lúdicas, con lecturas, experiencias, cantos, vivencias que refuerzan la interacción con los amigos y con los adultos que le acompañan.
El juego en el preescolar permite a los niños explorar y dar sentido al mundo que les rodea al usar y desplegar su imaginación y creatividad día a día. Aunque el aprendizaje sucede durante toda la vida, en la primera infancia se produce con una rapidez inigualable, es por ello que aprender a través del juego resulta divertido, oportuno y motivador.
Por: María Alexandra Meléndez Orozco
Colegio Cumbres | Chía