Retos y soluciones en el aula desde la mirada del docente

Retos y soluciones en el aula desde la mirada del docente

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En la cotidianidad las personas tenemos diferentes formas de concebir y apreciar la vida. Particularmente, un docente desde su campo de trabajo tiene la posibilidad de proyectarse desde y hacia muchos mundos.

Cuando un docente comprende en su esencia, el privilegio de contar con disímiles universos, puede enriquecer inmensurablemente la calidad de ser humano en doble vía. El guía de vida en que se convierte el profesor, es un reto maravilloso que se debe asumir con mucha responsabilidad pero con alegría, con dinamismo, con pasión y, sobre todo, con la mejor actitud. Tan es así que, los estudiantes leen el ambiente emocional en el que se desenvuelve el profe; pueden percibir el estado de ánimo – “a la profe le va a dar un yeyo”- comentó, en voz baja, María Paula al ver a su profe un tanto molesta por el poco trabajo en clase de Pepito Pérez- sentir su tristeza o su excelente buen humor.

La educación es el motor de crecimiento de una sociedad, es el pilar sobre el cual se erigen las oportunidades – nos cuenta el español Carlos Torres Vila en su conversación sobre la educación. En concordancia con él, podemos reflexionar acerca de nuestro rol como orientadores, en la medida que entendamos la relevancia de nuestra labor dentro de la sociedad. Si educamos niños más felices, si realmente somos felices con ellos, el proceso de enseñanza y aprendizaje, innegablemente, va a resultar fructífero, amable y perenne.

Es tan emocionante ver la reacción de un estudiante que, por hacer un trabajo lindo, por pronunciar bien, aunque sólo sea el intento fallido; y el docente tenga el valor de maximizar su esfuerzo, instándolo a mejorar, a arriesgarse, a equivocarse; ese niño va a sentirse más seguro y la próxima vez lo va a hacer mejor.

Indudablemente, los docentes sabemos que con tan solo una mirada, un comentario, una seña, una palabra, somos capaces de engrandecer o degradar la autoestima de ese ser humano que tenemos en nuestras manos en ese justo instante. Por esa razón de nuestro corazón, de nuestra mente y, por ende, de nuestra boca deben salir palabras edificantes, positivas, de exaltación, de buena vibra, palabras que generan risas y buen ambiente de aprendizaje.

Como cita el famoso empresario Steve Jobs en alguno de sus libros “Lo más sencillo es lo más cercano a la sofisticación”, este pasaje aplica para todos los ámbitos de la vida. La docencia es una grandiosa tarea que implica grandes desafíos para obtener un resultado que jamás termina. Cada año lectivo es una tarea nueva, es enfrentarse a nuevos cambios, a evolucionar constantemente; sin dejar de lado la sencillez de las cosas. Los niños aprenden más y mejor cuando nos sentamos con ellos a compartir una galleta o una fruta, cuando en el descanso nos tiramos en el pasto a disfrutar del sol y ver las figuras de las nubes que, caprichosamente, nos transportan a mundos inimaginables.

Mi reflexión va encaminada a vivir la vida con ellos y a la manera de ellos. Vivir es más simple, más emocionante, más consciente, más emotivo, más alegre, más apasionante; menos complicado. La solución a nuestro reto es, simplemente buscar la esencia de cada niño y niña con quienes estamos en este fascinante mundo de la cotidianidad escolar.

Acerca del Gimnasio de los Andes

El Gimnasio de los Andes es una institución educativa ubicada en el municipio de Ubaté (Cundinamarca), mixta, calendario A, fundada en 1986. Orienta procesos de transformación individual co-creando conocimiento, espiritualidad y amor, para inspirar líderes emprendedores protagonistas conscientes y activos del desarrollo pacífico y sostenible del país.

 

Por: Mercedes Robayo Nieto.
Docente de inglés de preescolar, primaria y directora de grado quinto.
Gimnasio de los Andes